La amplia victoria que cosechó ayer Pedro Sánchez victoria Pedro Sánchezen las primarias del PSOE ha dejado contra las cuerdas al secretario general del PSPV, Ximo Puig. Alineado desde hace meses con la presidenta andaluza, los paupérrimos resultados que ha cosechado Susana Díaz tanto en la Comunidad Valenciana como en la provincia de Alicante han supuesto un duro varapalo para Puig. Los datos son clarificadores. Solo en las comarcas alicantinas, Sánchez aventajó en más de 1.000 votos a su rivalcomarcas alicantinas. De acuerdo con los datos facilitados por la dirección provincial, el nuevo líder socialista consiguió 2.873 votos, mientras que Díaz se tuvo que conformar con 1.781. Patxi López, el tercero en discordia, se quedó en 408.

Esa radiografía fue prácticamente idéntica en toda la Comunidad. La situación fue incluso peor para la dirigente andaluza. ¿Por qué? Porque su rival la dobló en votos. Sánchez sumó 9.558 sufragios y a ella únicamente la apoyaron 4.312 militantes.

Todos estos guarismos afectan de lleno a la estabilidad del PSPV, abren la puerta a un candidato alternativo a Puig en el congreso nacional que se celebrará en Alicante a finales de julio y pueden tener una incidencia directa en el gobierno surgido de l'Acord del Botànic. Y no solo eso. La militancia ha dado un golpe sobre la mesa, ha censurado de manera evidente que se brindara en bandeja el Gobierno al PP y ha castigado a los barones territoriales, alineados en su mayoría con la presidenta de Andalucía. Entre ellos, Puig.

Como se recordará, el secretario general del PSPV fue uno de los artífices de la caída de Sánchez. A pesar de haber formado parte de su núcleo duro y de ocupar la Secretaría de Regeneración del partido a nivel federal, el jefe del Consell terminó desmarcándose de él, dimitió de la ejecutiva y participó de manera activa en la dimisión de Sánchez.

Desde entonces, tanto Puig como la mayoría de barones socialistas expresaron en público su apoyo a Díaz para asumir el timón del PSOE. Ayer, sin embargo, las bases votaron lo contrario. Y los «sanchistas» de la Comunidad se crecieron. Tanto, que ya están barruntando la idea de plantar cara en el congreso nacional de julio. Hace unos meses se antojaba prácticamente como una quimera la posibilidad de que alguien quisiera enfrentarse a Puig en el cónclave interno. No en vano, el secretario general de los socialistas valencianos se ha convertido en el primer presidente de izquierdas de la Generalitat tras 20 años de gobiernos del PP y su liderazgo no estaba en cuestión. Pero la situación se enrareció en Madrid, él tomó un camino... y finalmente las bases han elegido el contrario.

Los problemas para Puig no se quedan ahí. El segundo quebradero de cabeza que tendrá que afrontar, congreso al margen, es la división interna en el PSPV. El presidente seguirá al frente de una organización que mayoritariamente se ha posicionado en una postura diferente a la suya y que ha arropado al candidato del «no es no» a Rajoy.

Y, por último, el resultado de las primarias socialistas también tendrá incidencia en el actual Consell. Independientemente de quién sea nombrado hoy nuevo secretario general de Podemos en la Comunidad -esa es otra «patata» caliente con la que tendrá que lidiar Puig-, la inestabilidad y la crispación en el seno del PSPV afectará, ineludiblemente, al día a día del Ejecutivo.

Más votos que avales

El resultado final de las primarias en tierras valencianas arroja datos curiosos. Entre ellos, la remontada de Pedro Sánchez. El nuevo secretario general del PSOE ha conseguido superar los pronósticos más optimistas de su propia candidatura y ha conseguido finalmente 1.453 votos más que avales consiguió reunir en la Comunidad. A principios de mayo le arroparon 8.105 afiliados, mientras que ayer las urnas se llenaron con 9.558 papeletas suyas. La situación ha sido inversamente proporcional en el caso de Susana Díaz. La dirigente consiguió entonces 5.300 avales y ayer le votaron únicamente 4.312 militantes. Es decir, perdió casi 1.000 apoyos. ¿Hubo por tanto presiones? Los «sanchistas» lo tienen claro.

En la ciudad de Alicante el arreón final de Sánchez también ha sido especialmente llamativo. Aunque la agrupación no ofreció datos oficiales, Susana Díaz consiguió cerca de 150 avales más que su rival. Pero ayer la situación se invirtió. Los militantes apoyaron mayoritariamente al nuevo secretario general -409 sufragios- y Susana Díaz se quedó en 358. Y eso, que el alcalde, Gabriel Echávarri, apoyó a la presidenta andaluza. La participación, por cierto, fue del 78,07%, con 819 votos totales.