La división en el PSOE de Elche se hace cada día que pasa más evidente. A la que se reflejó la semana pasada en las votaciones para escoger entre Ximo Puig y Rafa García, en la que el primero ganó por un sólo voto, se suma la que se mostró ayer a la hora de valorar la gestión realizada por Puig durante los últimos años en el PSPV. La gestión de Puig fue respaldada por 40 militantes, mientras que un número muy similar, 35, la rechazaron. Unas cuentas que evidencian que el partido ilicitano está muy dividido de cara a los procesos que se avecinan, y con los ánimos por las nubes. Esto quedó claro durante el cónclave en el que un militante interrumpió a Federico Buyolo, que era el encargado de defender el trabajo de Ximo Puig, para reprocharle que centrara la mayor parte de su intervención en valorar el trabajo que se está realizando en la Generalitat, nombrando muy de pasada la gestión en el PSPV.

Además, los ánimos estaban caldeados por la falta de información de la asamblea. «A mí no me ha llegado la convocatoria», decían ayer algunos militantes de la agrupación socialista ilicitana, antes de dar comienzo la asamblea celebrada ayer por la tarde. Esto explicó en parte que fuesen muy pocos los militantes que se dejaron ver por la sede en la que se analizaba la memoria de gestión de Ximo Puig, que la mayoría rechazó.

En cuanto a la votación para la lista de delegados para el congreso del PSPV del próximo fin de semana, el respaldo fue abrumador pero con matices. Recibió el voto favorable del 93,7% de los militantes que votaron. Pero el tema que se cuestionaba era la escasa participación, ya que en total se registraron 96 votos, de los que 90 apoyaron la lista. El resto fueron votos en blanco. El secretario general, Carlos González, consiguió colar hasta ocho delegados de los 14 a los que tiene derecho la agrupación ilicitana para asistir al congreso del PSPV.