La nueva ejecutiva del PSPV tendrá un objetivo claro: reforzar al Consell y tratar de preservar a toda costa el poder local que los socialistas valencianos, en la mayoría de los casos a base de pactos, lograron en las elecciones municipales de 2015. De esta manera, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig dará entrada en su nueva dirección a los tres consellers con «ficha» socialista: Vicent Soler, María José Salvador y Carmen Montón. Pero también a los principales alcaldes. Los primeros ediles de Alicante, Gabriel Echávarri; Carlos González, de Elche; Amparo Marco, alcaldesa de Castellón; la portavoz socialista en el Ayuntamiento de València, Sandra Gómez; y finalmente el presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias y regidor de Elda, Rubén Alfaro. Todos formarán parte de un consejo institucional que integrará a todos esos referentes en la nueva dirección y serán los únicos que no tendrán ningún tipo de responsabilidad concreta. Una de las grandes novedades, concretada durante la madrugada, fue la incorporación del "sanchismo" alicantino a la ejecutiva de Ximo Puig. El alcalde de El Pinós, Lázaro Azorín, será adjunto a política municipal a propuesta de Alejandro Soler. También se integran los afines a Pedro Sánchez en la agrupación de la capital con Rosana Arques, asesora en el Ayuntamiento de Alicante.

La estructura de la nueva dirección del PSPV, que hoy Ximo Puig someterá a la votación de los delegados en la sesión de clausura del congreso que este fin de semana los socialistas valencianos han celebrado en Elche, tendrá tres niveles y finalmente, a pesar de los intentos del presidente por reducirla, volverá a ser, incluso, más amplia. Entre encajes territoriales y negociaciones, finalmente, la formarán 74 persona, 66 en la ejecutiva y ocho entre los consellers y alcaldes. El secretariado conducirá el «día a día» del partido. Será el núcleo de poder con reuniones, como máximo, cada quince días. De ese sanedrín que controlará la organización formarán parte una decena de personas y, como ya avanzó este periódico, estará formado por la alicantina Juana Serna como presidenta, el propio Puig y Manolo Mata en su condición de vicesecretario general además de todos los coordinadores: José Muñoz y la ilicitana Toñi Serna (Organización, Acción Electoral y Relación Institucional); el presidente de la Diputación de València y alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez, de portavoz; Carlos Fernández Bielsa, alcalde de Mislata, al frente de Acción Territorial; la alcoyana Blanca Marín, número dos de la conselleria de Economía, en Crecimiento Económico y Ocupación; la diputada Concha Andrés será la responsable del área de Política Social; y el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, dirigirá un «laboratorio de ideas» que trace propuestas y proyectos para el futuro al estilo del modelo que adoptó el laborista Tony Blair cuando llegó al poder en Gran Bretaña. También estarán en esta primera línea José Chulvi, portavoz en la Diputación de Alicante y alcalde de Xàbia, al frente de la secretaría de Valencianismo y Federalismo; la diputada alicantina Sandra Martín -la única afín a Ángel Franco en la dirección aunque su presencia es única y exclusivamente voluntad de Ximo Puig- como responsable de Medio Ambiente e Infraestructuras; Ana Barceló como responsable de Ciudadanía y Valores Republicanos- Estos dirigentes conformarán el secretariado y llevarán el peso de la nueva dirección.

El segundo nivel será la permanente, en el que se integrarán todos los secretarios ejecutivos con encargos concretos y con un código ético que les obliga a rendir cuentas con la posibilidad de que su nombramiento, año a año, pueda ser revocado por el comité nacional. Se reunirá al menos una vez al mes para coordinar toda la acción política del PSPV. El número uno de Alicante al Congreso, Julián López Milla, que dirigirá el área de Financiación Autonómica; y, además, por primera vez, la dirección del PSPV tendrá un área de Agua, que Puig encomendó a la alcaldesa de Albatera, Rosa Guillén. El exconseller Miguel Millana, antiguo vicesecretario de la agrupación de Alicante, tendrá una secretaría de perfil menor en el equipo económico. La oriolana Carolina Gracia será la responsable de la novedosa secretaría de la Alternativa, dedicada a dar cancha a los municipios donde los socialistas intentan gobernar en el futuro. El alcalde de l'Alfàs del Pi, Vicent Arques, se encargará de los residentes extranjeros. El primer edil de Alcoy, Toni Francés, coordinará la política comarcal. María José Villa, próxima alcaldesa de Aspe, se hará cargo del área de Urbanismo Sostenible. Y Rosana Arques, del sector crítico a Ángel Franco en Alicante, se hará cargo de Nuevos Derechos.

Uno de los grandes «fichajes» de la ejecutiva será, sin duda, el de María Diago como secretaria de Cambio Climático, alto cargo de Agricultura durante unos meses a propuesta de Compromís, se marchó entre duras críticas a la gestión de Julià Álvaro, actual número dos de la conselleria. Contraria al plan de recogida de envases que impulsa la conselleria, llegó a militar en Podemos. Habrá también nuevas tareas. Una de ellas estará vinculada a las experiencias de los dirigentes que han logrado darle la vuelta a la tortilla y gobernar. Puig la ha bautizado como secretaría de la Alternativa. Y áreas dedicadas a nuevas problemáticas sociales como la que se dedicará a las políticas animalistas. El tercer nivel de la ejecutiva será el plenario que se reunirá cada dos o tres meses y del que formarán parte como miembros de la dirección ese mencionado consejo con los consellers socialistas y los principales alcaldes. El objetivo de la ejecutiva de Puig es superar en la votación de hoy el 70% de respaldo que casi logro su informe de gestión con lo que incluso, conseguiría más apoyo que Pedro Sánchez con su dirección federal.