El Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), la bomba de oxígeno a la que está conectada el Consell desde 2012, podría tener los días contados. La comisión de expertos, designada por el Ministerio de Hacienda y las comunidades autonómas para diseñar el nuevo modelo de financiación autonómica, aboga por su retirada gradual «en el menor plazo previsto». El FLA y otros mecanismos de rescate como el Plan de Proveedores han sido imprescindibles estos años para que la Generalitat pudiera atender sus vencimientos de deuda y atender los pagos. Tal es la dependencia a estos fondos que en la actualidad 34.000 de los 44.000 millones de euros de deuda que acumula la Generalitat provienen de estos mecanismos de liquidez.

Los expertos consideran que estos fondos no deben contemplarse como un instrumento permanente de financiación sustitutivo del nuevo sistema de financiación y por ello, piden establecer un plan ordenado con un calendario para su retirada. En su lugar, el informe propone establecer un nuevo mecanismo de financiación extraordinaria con una aplicación mucho más restrictiva. Así, solo se activaría para atender situaciones financieras «muy graves, individualizables y debidamente motivadas» con un análisis de las causas del endeudamiento. Además, este nuevo mecanismo estaría sujeto a muchas condiciones. Supeditaría su aplicación a un plan de ajuste aprobado por el Gobierno central, con un informe preceptivo de la Autoridadad Independientes de Responsabilidad Fiscal (Airef) y cuya supervisión estaría «sometida a supervisión directa». Además, debería estar acotada en tiempo y «nunca» podría financiar desviaciones de gasto que supongan incumplimiento de los objetivos de déficit aprobados.

Es decir, un nuevo fondo menos flexible que el FLA, que sí ha venido cubriendo el exceso de déficit. La comisión añade en su propuesta la inclusión de un sistema de fondos de estabilización presupuestaria o fondos de reserva que operen «como fondos de liquidez ante situaciones muy adversas de la economía». El planteamiento de los especialistas sobre el FLA se produce en el contexto de un nuevo sistema que facilite la suficiencia financiera de todas los territorios con un reparto sin privilegios de los recursos. El escenario esbozado parte del supuesto de que las comunidades vuelvan a poder financiarse en los mercados. Sin embargo, esta puerta está cerrada ahora para la Comunidad. La mayoría de la comisión rechaza una quita de la deuda, aunque está abierto a que se suavicen las condiciones de devolución.

El informe de los expertos ha dejado un buen sabor de boca en el Consell ya que considera que la cuestión medular: el reconocimiento tácito de una cláusula de status quo que blinda los privilegios de ciertos territorios y su disposición a eliminarla. Esta cuestión junto con la apuesta por un sistema que garantiza a todas las comunidades la financiación suficiente para sus servicios públicos atiende sus reivindicaciones. Ximo Puig compareció junto con Francisco Pérez, el conseller Vicent Soler y la secretaria autonómica, Clara Ferrando, para valorar un informe que calificó de «positivo»: «Es un paso hacia delante en la buena dirección», aunque subrayó que peleará hasta «el final de los tiempos» el dinero de la infrafinanciación. Se refería Puig a la deuda acumulada por el maltrato financiero. El Consell reivindica una quita, pero la mayoría de la comisión está en contra. Puig subrayó que no renunciará a esta pelea. El presidente destacó que nadie duda de que hay que reestructurar la deuda para que las comunidades puedan salir al mercado». Francisco Pérez señaló que la reestructuración de la deuda es un planteamiento de «realismo financiero», ya que sin esa compensación será «muy difícil» que las comunidades entren en el mercado.