? El exministro y expresident de la Generalitat Eduardo Zaplana acaba de cumplir cien días en prisión tras su detención por el caso Erial, un periodo en el que su defensa ha intentado sin éxito en cuatro ocasiones que fuera excarcelado y en el que las investigaciones judiciales siguen bajo secreto. Zaplana ingresó en la cárcel de Picassent el pasado 24 de mayo, después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia decretara prisión incondicional y sin fianza contra el exministro por riesgo de fuga y destrucción de pruebas. Zaplana permanece en el módulo de enfermería de la cárcel de Picassent, y ha salido cada dos semanas al hospital La Fe para recibir tratamiento por la leucemia, mientras que en una ocasión fue atendido de urgencia por una insuficiencia respiratoria. Desde su arresto, la defensa de Zaplana ha presentado cuatro recursos para pedir su puesta en libertad o el arresto domiciliario, alegando un «deterioro acusado» del estado de salud del exministro, que padece una leucemia desde 2015, año en que se sometió a un trasplante de médula. Fuentes de la familia del exministro aseguran que Zaplana ha perdido ocho kilos en catorce semanas, y que el último informe médico, fechado el 29 de agosto, indica que persiste el deterioro del estado general y la pérdida de peso progresiva. La familia insiste en que se presentarán todos los recursos que sean necesarios para que Zaplana pueda salir de prisión, pues afirman que su permanencia allí puede tener consecuencias irreversibles en su salud, y aseguran que el exministro está «muy mal» tanto física como anímicamente. La defensa del también exportavoz del Gobierno con José María Aznar y del PP en el Congreso la ejerce el bufete Milans del Bosch, con el que colaboran las dos hijas del exministro, que son abogadas, mientras que se ha contratado a la abogada Carmen Gallego para llevar la defensa de la mujer del expresident, Rosa Barceló, también investigada.