Como testigo declaró el exjefe del Consell Francisco Camps en la vista oral donde se recogieron las declaraciones que ahora le pueden acarrear una nueva imputación por las relaciones con la red corrupta de Correa durante su etapa como presidente de la Generalitat.

Tranquilo y sereno, como ayer dijo que se encontraba tras tener conocimiento de la reapertura de una de las piezas del caso Gürtel para investigarle, declaró también el pasado 7 de marzo, cuando compareció en el juicio por la financiación ilegal del PP al que había sido llamado por una de las defensas, no por la acusación.

En aquella ocasión, Camps aseguró que «en la vida» se había reunido con Álvaro Pérez, no pudo negar que estuviera en su boda, aunque matizó que «solo en el banquete», y justificó que el hombre de Correa en la Comunidad le llamara «amiguito del alma» porque «en Navidad se dicen cosas bonitas».

Pero a El Bigotes no fue el único al que negó Camps. También tuvo palabras para su durante años lugarteniente Ricardo Costa. Uña y carne en el proceso de los trajes supuestamente pagados por la trama Gürtel del que ambos salieron absueltos de unos hechos admitidos por los otros dos acusados, que fueron condenados), Camps dijo del exvicesecretario del partido del que él era el presidente en aquellos años que «era el responsable de las finanzas en el que todos confiábamos y quien nunca dio cuenta de ninguna irregularidad». Y agregó que cuando estalló el caso Gürtel Costa le aseguró que «todo eran falsedades y que estuviera tranquilo, lo mismo que han venido manteniendo durante los últimos nueve años», precisó.