El diputado no adscrito en las Cortes Valencianas, Alexis Marí, reprochó ayer a Cs que se preocupe más «por hacer fotos y grabar a diputados en los parlamentos» que de analizar las quejas de cargos orgánicos e institucionales que se han marchado del partido por diversas circunstancias, en referencia a la salida de Cs de su mujer, la eurodiputada Carolina Punset, que ha abandonado la formación por discrepancias ideológicas con la cúpula del partido naranja después de que la dirección le abriera un expediente por visitar a Carles Puigdemont en Waterloo el pasado 9 de octubre con un coche oficial en el que iba también el propio Marí.

Respecto de las críticas del partido sobre que Punset no deje el acta de eurodiputada, Marí manifestó que lo que hace su mujer «tiene mucho sentido» y dijo que cuando los dirigentes de Cs desmientan uno por uno los argumentos de la carta en la que anunció que abandonaba el partido, «al día siguiente entregaría el acta». Lo triste para el exdiputado de Cs es que este partido «no se preocupa de la queja de tantos cargos orgánicos e institucionales», pues según destacó, «son más de 400 los que se han marchado por diversas circunstancias». Consideró que la forma de actuar de Cs «es más digna de la TIA y grupos de espionaje que de diputados o técnicos parlamentarios que deben hacer lo que deben hacer».

A Marí le molestó que el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, hablara de que habían «pillado» a Punset. «Se pilla a una persona cuando no anuncia lo que va a hacer» y explicó que Carolina Punset anunció en el portal y en la agenda pública lo que iba a hacer, en referencia la visita a Puigdemont. También aseguró que la reunión con el eurodiputado del PDeCAT Ramon Tremosa la tuvo él, «no en una herriko tarbena, sino en la cafetería del Parlamento Europeo ,delante de todos», porque no cree que haya «nada que esconder cuando uno tiene un diálogo, conversación o un café con un eurodiputado».

El sábado, Punset envió una carta abandonando Cs por «ultraliberal». La portavoz de la Ejecutiva nacional de Cs, Inés Arrimadas, rechazó ayer las críticas de la eurodiputada y afirmó que ahora dice lo contrario de lo que opinaba hace dos años porque su objetivo es «perjudicar» a la formación naranja que dirige Albert Rivera.