El exministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, augura que la irrupción de Vox en la Comunidad Valenciana será mayor que en Andalucía. Lo dice convencido según la experiencia andaluza: si allí el anticatalanismo ha sacado doce escaños, Valencia no será menos.

«Sí, va a crecer en España. Especialmente en Valencia», afirmó ayer Margallo. «Los andaluces han pensado que Rajoy fue débil frente a Cataluña, en Valencia aún se siente más por el problema lingüístico, por ejemplo».

Su visión del tablero valenciano no es optimista para su partido. «El PP tiene un problema», reconoció, porque hay un doble frente: se disputará el centro con Cs y la derecha con Vox, un partido que podría tener sitio en un gobierno valenciano «de centro derecha» porque, insistió, «no todo es extrema derecha en Vox, como no todo es extrema izquierda en Podemos».

En el plano local, para Margallo no se está demorando la elección de un candidato popular a la alcaldía de València porque las redes sociales impulsan la campaña. Vuelve a Vox para ejemplificarlo: «Ha ganado contra las encuestas, contra los medios de comunicación, utilizando las redes y sin estructura territorial», algo que en su opinión parecía imposible.

Preguntado por los candidatos que más suenan, Maria José Catalá o Esteban González Pons, cree que ambos «son magníficos y habría que buscar un sitio a los dos». Además, aseguró que habría que animar a González Pons a compatibilizar su escaño en el Parlamento Europeo porque garantiza la proyección de València en Europa.

Margallo estuvo ayer en el Ateneo Mercantil de València para reflexionar sobre Gibraltar, una oportunidad histórica. El exministro de Exteriores exige «firmeza» y recuerda que el Consejo Europeo ordenó que no hubiese ningún acuerdo entre la Unión Europea y Reino Unido sin que se hubiera acordado antes el futuro de Gibraltar con España. «Si Reino Unido se va sin acuerdo, Gibraltar pasaría a ser un tercer país, con aranceles y sin acuerdos con Bruselas».

Por ello, Margallo aseguró que volverán a insistir con su oferta: cosoberanía en política exterior, defensa e inmigración. Los habitantes del peñón tendrían doble nacionalidad y autonomía en el resto de áreas, «tal como la Constitución española prevé».

Por último, dar a Gibraltar y Ceuta las características de Hong Kong, una «zona especial para captar el comercio exterior» que actúe de plataforma logística entre la Unión Europea y el norte de África, por lo que no entiende por qué Sánchez renunció a sumarse a la Nueva Ruta de la Seda con China.

«Será la primera potencia mundial en 2050 y la salida normal por tierra hacia África será Gibraltar y por mar también debería serlo. Ahí, el corredor mediterráneo cobra más importancia de la que ya tiene», apuntó.