El consejo rector tumba la programación de otoño de À Punt a la directora general, Empar Marco. La cadena se queda sin dinero a mitad de año y el programa «El matí» no volverá en septiembre, lo que conlleva el cese de 60 trabajadores. En la Cuenta General del Consell de 2018, remitida a la Sindicatura de Comptes, figuran más de 1.410 millones de deuda financiera de la antigua Canal 9. Y en medio de la marejada, el exdiputado Josep Moreno abandona la dirección de Comunicación, Publicidad y Marketing para ser jefe de gabinete del alcalde de Cullera. Uno de los «fichajes estrella» de Empar Marco, cuestionado internamente por los ingresos publicitarios, deja una vacante en el segundo escalón de À Punt en pleno aluvión de críticas el desequilibrio patrimonial en À Punt, lo que hace que ya se empiece a temer porque se pueda llegar a la situación de la antigua RTVV-Canal 9. Un panorama que, en todo caso, apunta al relevo de Empar Marco en un plazo todavía por determinar.

Y mientras, tanto el conseller de Hacienda, Vicent Soler, como la vicepresidenta Mónica Oltra salieron ayer en defensa de À Punt al afirmar que la situación económico-patrimonial de la actual televisión autonómica «no tiene nada que ver con el modelo de RTVV» por ser «una empresa emergente a la que no se le puede exigir que ya esté en velocidad de crucero», indicó el socialista Soler. Es más, la líder de Compromís, Mónica Oltra, puso en valor el retorno económico que supone la inversión en la corporación como motor del sector audiovisual. Ambos se pronunciaron así en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell en la que Soler ha desgranado las principales magnitudes de la Cuenta General del Consell de 2018, donde la herencia de RTVV sigue siendo una losa difícil de solventar. Preguntados sobre si el desequilibrio patrimonial en À Punt les hace temer que se pueda llegar a la situación a que llegó la antigua RTVV y si hay algún plan para restablecer la situación, Vicent Soler explicó que solo el presupuesto destinado a À Punt, de 55 millones este año, ya es una diferencia respecto a Canal 9. «Hemos cambiado de onda, estamos en otro planeta, son 55 millones frente a todas las barbaridades y toda la corrupción que hubo, estamos en otro mundo. Podemos discutir si son 55 o 65 millones pero estamos hablando de otra cosa, no tiene nada que ver el modelo de À Punt con el de RTVV, ni desde el punto de vista de las formas de gestionar ni de la magnitud», incidió el titular de la cartera de Hacienda.

Problemas habituales

Quien también entró ayer en la situación de À Punt fue el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. El jefe del Consell aseguró que «en todos los medios hay problemas a veces» y que «la administración valenciana hace lo posible por reparar heridas en un sector que ha sufrido mucho», en alusión al audiovisual. Puig admitió que no sabe «exactamente en qué contexto» se produce la decisión de suprimir parte de la programación, si bien consideró que «en todos los medios hay problemas a veces» y «son cuestiones que van en la lógica del mercado».

Y por si fuera poco, la última reunión del consejo rector de À Punt volvió a ser un nuevo varapalo para la directora general, Empar Marco. Presentó la programación de otoño que su equipo había diseñado para emitir a partir de septiembre, pero el consejo no la aprobó por falta de información concreta. El plan de la directora carecía de información detallada de los contenidos y, por tanto, insuficiente para que dar el visto bueno, lo que derivó en otro enfrentamiento entre consejeros de todo signo y la ya mas que discutida Empar Marco.