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Liderazgo para la provincia en la Federación Valenciana de Municipios

Los socialistas renuevan en la presidencia al alcalde de Elda, Rubén Alfaro, tras un acuerdo con Compromís

El alcalde de Elda, Rubén Alfaro, junto al presidente de la Diputación, Carlos Mazón. rafa arjones

La Federación Valenciana de Municipios y Provincias, la entidad que agrupa a todas las corporaciones locales de la Comunidad, volverá a contar con liderazgo alicantino en un momento clave para el municipalismo en el que todo apunta que se tiene que empezar a agitar el debate sobre la financiación de las administraciones más próximas a los ciudadanos. En la asamblea que hoy se celebrará en la Fira de València, los socialistas renovarán la presidencia del organismo a la que, como ocurrió en el anterior mandato, se trasladará el pacto del Botànic. De esta manera, de acuerdo con el reparto entre las dos formaciones de izquierda, el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, del PSPV, volverá a ser el presidente de la entidad municipalista, como ocurrió en 2015, para otros cuatro años con el primer edil de Alzira, Diego Gómez, de Compromís, de vicepresidente primero. La segunda vicepresidencia le corresponde al PP, que propondrá a Paz Carceller, alcaldesa de Puçol.

El gran reto que tiene Rubén Alfaro para este mandato en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias es convertir a la entidad, de una vez por todas, en un actor determinante dentro de la agenda política de la Comunidad. No lo consiguió durante sus primeros cuatro años. En esta segunda etapa, sin embargo, debería jugar un papel importante no solo en la cuestión de la financiación local. También en asuntos pendientes como el despliegue de la Ley de Mancomunidades después de que el Tribunal Constitucional desestimara el recurso del PP y avalara, por tanto, la redacción que salió de las Cortes Valencianas; en el rol que deben jugar las diputaciones con la Espada de Damocles, desde que se inició la gestión de la izquierda en 2015, de una ley de vaciado de competencias; o en temas que afectan directamente a la calidad de vida como la despoblación en pequeños municipios o la brecha digital en localidades del interior, especialmente en Alicante y Castellón.

La voz del presidente de los alcaldes podría ser, desde luego, con un tono mucho más alto de lo que ha sido en el primer mandato de Rubén Alfaro en tanto que estamos ante una plataforma de poder más del entramado institucional autonómico. Para el altavoz que puede suponer una entidad de este calibre, de momento, a Rubén Alfaro se le ha escuchado poco. Tiene una segunda oportunidad después de haber coqueteado con la posibilidad de optar a la presidencia de la Diputación en el caso de que, finalmente, Ciudadanos se hubiera decantado por los socialistas, algo que no ocurrió. Al final, le entregó el Palacio Provincial al PP con Carlos Mazón a la cabeza. Al romperse cualquier puente de diálogo, Alfaro, con el visto bueno de Ximo Puig, volvió a colocarse en un puesto que le concede una visibilidad más allá de ostentar una alcaldía de relevancia y tras su brillante victoria electoral en las municipales de mayo.

En esta segunda etapa se va a encontrar en la Federación Valenciana de Municipios, precisamente, con el presidente de la Diputación, que ha decidido asumir la portavocía del PP en este órgano. Hace unos días, Mazón le cedió un puesto en la ejecutiva de la federación estatal al alcalde de Alicante, Luis Barcala. Ya tenía en mente, a cambio, ganar otro espacio de poder institucional más en este organismo autonómico. La presencia de Carlos Mazón como «jefe» del PP en el ente municipalista de la Comunidad tiene dos lecturas. Una en clave interna de su propio partido. El presidente de la Diputación suma una plataforma de proyección más en esta ocasión en el conjunto de la Comunidad, lo que vuelve a poner sobre la mesa la evidencia de que, a medio plazo, la figura de Carlos Mazón será determinante para encumbrar y decidir un nuevo liderazgo dentro de la organización regional del PP. Y, además, una segunda lectura territorial. Con Alfaro y Mazón en puestos clave de la entidad, además, se puede alzar la voz sobre cuestiones de peso que afectan a los municipios de la provincia como, por ejemplo, la reconstrucción de la Vega Baja tras el último temporal, entre otras muchas cosas. Y ambos, desde este momento, están dispuestos a tener abierta esa línea de interlocución política.

Varios asuntos estrella y uno que está pendiente

En este segundo mandato de Rubén Alfaro en la Federación Valenciana de Municipios, al margen de los grandes asuntos de la agenda local, hay una cuestión fundamental que el alcalde de Elda quiere resolver. Facilitar que los municipios, muy apretados en la disciplina económica por las normas de la etapa de Montoro, puedan disponer de fondos que tienen en sus cuentas pero que ahora mismo no pueden gastar por las limitaciones de leyes generadas por los efectos de la última crisis económica.

Alfaro: «Muchas veces no se nos escucha. Y eso entorpece la labor de los ayuntamientos»

P ¿Cuáles son sus objetivos en esta segunda etapa al frente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias?

R Hay una parte de reivindicación en torno a la financiación local. Queremos una silla igual que el resto de comunidades autónomas cuando se abra este debate, con todo lo que lleva aparejado sobre normativa presupuestaria con respecto a la posibilidad de los ayuntamientos de flexibilizar el techo de gasto y la de disponer de los superávits para destinarlos a servicios públicos que nos demandan los vecinos. Esta semana, el Síndic Major de Comptes ha valorado en las Cortes en más de 900 millones los remanentes de tesorería de las corporaciones locales y unos 400 millones en las diputaciones, dinero que no nos podemos gastar con una legislación superrestrictiva. Y no nos podemos olvidar de la Agenda 2030, con los objetivos de desarrollo sostenible, y de seguir con la lucha contra la violencia machista, las manadas y la violencia de género. Los municipios somos un eje importante para poder erradicar esta lacra.

P ¿La FVMP debe ser algo más que una correa transmisora de los problemas municipales?

R Estamos presentes en los debates y se nos escucha pero con darnos trámite de audiencia no se nos hace suficiente caso. En los últimos meses hay un cambio pero está costando mucho. En la FVMP elaboramos un documento sobre las dificultadas de los ayuntamientos para poner en marcha la Ley de Contratos, aceptaron ese memorándum pero ni se nos ha escuchado ni se ha modificado una situación que entorpece el día a día y el avance de la gestión de muchos ayuntamientos.

P Otro reto de la Federación es implantar la sociedad digital en pequeños municipios, incluidos pueblos con gran despoblación.

R Desde la Federación tenemos una idea de descentralizar la entidad. Contamos con dos proyectos concretos, una para atajar la despoblación y otro apra fomentar las «smart cities», las ciudades inteligentes. Hay municipios en la Comunidad Valenciana donde no ha llegado la fibra óptica o hay sombras de cobertura móvil. Y si quieres hacer cualquier tipo de actividad económica, hoy debes estar conectado. También se debe estudiar la normativa para instalar actividades en municipios con un grado de despoblación alarmante donde se piden requisitos como si fuera una gran ciudad. Hay que reflexionar esas cosas, si vamos a definir unos indicadores, la normativa debe pensar algo sobre ese probleam. Sin olvidarnos de las cuestiones fiscales.

P Para acercar la FVMP a la ciudadanía, ¿considera que debería tener sedes provinciales?

R Si los ayuntamientos somos los que más cumplimos con la eficiencia y con el rigor económico, abrir sedes por abrir no es el objetivo. Hay que abrir sedes con fines determinados, y es por eso que queremos poner en marcha un par de pequeñas antenas de la FVMP, una en Alicante para ayudar a los ayuntamientos que quieran modernizarse o quieran tecnologizar los servicios públicos, para lo que podrían acudir a una sede en el entorno del Distrito Digital; y otra en Castellón, para que los municipios acudan a una oficina que les ayude a atenuar el problema de despoblación tan severo que sufren en esa provincia.

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