El año 2019 será recordado en la Comunidad Valenciana, entre otras cosas, por la fortísima gota fría que afectó a mediados de septiembre al sur de la provincia de Valencia y, sobre todo, a la de Alicante, en especial la comarca de la Vega Baja, con Orihuela como zona cero de uno de los episodios de lluvias más graves de los últimos 143 años. La mayoría de expertos advierte de que este tipo de temporales será más habitual a partir de ahora debido al cambio climático. La cercanía de la DANA con la elaboración de la encuesta de otoño de Invest Group para las cabeceras de Prensa Ibérica en la Comunidad: INFORMACIÓN, Levante-EMV y Mediterráneo de Castellón, es uno de los motivos que explican que la preocupación por el medioambiente haya sido la inquietud que más ha crecido en el último año. No es la única explicación. Este año es también el de la irrupción mediática de la joven Greta Thunberg y de la confirmación de que el calentamiento global será una de las cuestiones centrales de la vida pública durante los próximos años.

El sondeo, elaborado entre el 23 de septiembre y el 1 de octubre, evidencia que los valencianos son conscientes de esta emergencia climática, que ya preocupa al 22,1%, con lo que se coloca en el octavo lugar de esas preocupaciones. También destaca el incremento del malestar vinculado a las listas de espera en la sanidad pública (una realidad que al Consell le está costando revertir y que monopoliza parte del discurso de la oposición) y a las inversiones del Estado en la Comunidad.

Problemas estructurales

Estas tres cuestiones, sin embargo, todavía se sitúan lejos de los cinco problemas que más inquietan a los valencianos, cuatro de los cuales se pueden calificar de estructurales porque se mantienen inamovibles en los últimos cuatro años. Son el paro, la sanidad, la corrupción y la educación, mientras que la llegada de refugiados e inmigrantes se coló en este top 5 el año pasado y se mantiene en el actual. Pese a que el marco aparenta estabilidad, sí se detectan algunos matices que llaman la atención. En una sociedad en la que las heridas que dejó la crisis económica todavía no han supurado por completo, el paro sigue siendo el principal quebradero de cabeza de los valencianos, con un índice de preocupación que se mantiene estable por encima del 75%.

No obstante, en un momento en el que la mayoría de los analistas pronostica una desaceleración que ya se nota en el empleo, el desasosiego por esta cuestión desciende ligeramente en el sondeo. La sanidad es el segundo tema que más preocupa a los encuestados, aunque si se sumara el desasosiego con esta cuestión con el que provocan las listas de espera, este sería el tema que suscitaría un mayor malestar entre los valencianos. De hecho, dentro de esas cinco turbaciones sociales habituales, es la que más sube con respecto a la encuesta del 2018, pues preocupa al 59,3%, seis puntos más que hace un año.

En cambio, la zozobra por la corrupción (43,6%) sigue a la baja al caer tres puntos en un año y más de 20 en solo tres. También desciende ligeramente en esa lista la educación, que está en cuarto lugar con un 42,9%. Por detrás se sitúa la inmigración (32,2%), la independencia de Cataluña (24,3) y la financiación autonómica (23,7%). Por grupos de edad, la falta de trabajo preocupa sobre todo a los más jóvenes (81,9%) y a las personas próximas a la edad de jubilación (78,4%), dos colectivos que, cada uno con sus especificidades, tienen dificultades para acceder al mercado laboral y a puestos más estables. Además, a las mujeres les inquieta más que a los hombres esta cuestión.

Cuestión generacional

La percepción sobre la corrupción también tiene un componente generacional, pues la preocupación baja conforme sube la edad. Como ocurre con el empleo, las féminas también se muestran más inquietas que los varones, una tendencia que también es extensiva a la sanidad. Por provincias, los más preocupados por el empleo son los castellonenses (78,6%), mientras que a los valencianos les genera más malestar que a la media la sanidad (63,2%) y los alicantinos, por su parte, se muestran más inquietos por la independencia de Cataluña.

El sondeo también pregunta por las inquietudes de los valencianos en relación con la acción de gobierno del Consell. El conflicto lingüístico, que disminuye su relevancia como inquietud, aparece, sin embargo, como la preocupación que más aumenta (+81,8%) por la incertidumbre que el asunto genera, precisamente, en Alicante, seguido de la vivienda (+68,3%), las listas de espera (+68%) y la independencia de Cataluña (+66%). La preocupación de los valencianos respecto al sondeo del año pasado aumenta en la mayoría de los casos, especialmente en medio ambiente, sequía, igualdad entre géneros y financiación autonómica, mientras baja, por contra, en la educación.