La Conselleria de Sanidad seguirá siendo en 2020, un año más, el área que más recursos consuma del global de los presupuestos de la Generalitat Valenciana: un 29,4 %, casi uno de cada tres euros gastados será en el área sanitaria. El crecimiento del gigante sanitario ha sufrido, sin embargo, un frenazo con respecto a otros años. Si desde la llegada del Botànic al Consell las cuentas no habían dejado de crecer a un ritmo constante del 3% e incluso del 4%; para 2020 el aumento quedará en un «escueto» 1% empujado principalmente por el gasto en personal. Las justificaciones de esta escalada (el presupuesto ha pasado de los 6.084 millones de 2017 a los 6.765 millones de euros en 2020) se han venido buscando año tras año en la necesidad de ajustar las cuentas a lo que realmente se gastaba y evitar así el enriquecimiento injusto y las facturas pendientes de pago sin encaje en ninguna partida en concreto de las cuentas.

Ese ajuste a la realidad de lo que supone el gigante sanitario parece que se está alcanzando o, al menos, se ha ralentizado la marcha para conseguirlo. En las nuevas cuentas de 2020 el aumento se queda en el 1% y se explica principalmente por el coste del personal, capítulo que por sí solo aumenta en un 6% con respecto a las cuentas del año pasado: de los 2.718 millones de 2019 a los 2.888 del próximo año, un total de 169 millones de euros más.

El conseller de Hacienda, Vicent Soler, explicó que esta subida venía condicionada en gran medida por la inclusión de los pagos por el complemento de la carrera profesional tanto al personal laboral eventual como al interino y, de hecho, el 34% del aumento global en gasto de personal de toda la Generalitat había que buscarlo en la bolsa de trabajadores sanitarios. El conseller también sacó pecho del aumento del 2,24% que registraba el programa de asistencia sanitaria aunque un segundo vistazo a los números revela que el aumento se concentra, principalmente, en más dinero para el personal, un 6 %. Bajan, sin embargo, aunque ligeramente, tanto el dinero para compra de bienes y gastos de funcionamiento como el destinado a inversiones reales. Las inversiones reales sí aumentan, sin embargo, en áreas como Salud Mental o Drogodependencias, uno de los pocos programas que crece y no lo hace exclusivamente por el capítulo de personal, ya que tendrá un presupuesto de 12 millones de euros, un 6% más que en 2019.