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Los 14 triunfos alicantinos de Abascal

Vox es la lista más votada en catorce poblaciones alicantinas, once de ellas en la comarca de la Vega Baja, donde el porcentaje de población inmigrante que trabaja en la agricultura, pero también en el comercio, es muy importante en el peso económico global

Vox ganó el domingo en catorce municipios de la provincia donde fue la lista más votada. Once de ellos se sitúan en la comarca de la Vega Baja, que en septiembre sufrió una terrible gota fría de la que aún se está recuperando. ¿Tuvo algo que ver este fenómeno atmosférico y las respuestas de las administraciones tras la tragedia con el resultado en las Generales? ¿Caló más que ninguna otra cosa el mensaje de su líder Abascal, donde el rechazo a las actuales políticas de inmigración son uno de sus grandes pilares, en una de las comarcas con más tasa de población magrebí, que vive de la agricultura o el comercio? Son preguntas que solo pueden contestar quienes les votaron. Ahora bien, para Vox su única receta ha sido colocar mesas informativas en plazas públicas y moverse en redes sociales.

También, entienden, la gente ha perdido el miedo a votarles, a que les vean en un colegio electoral coger su papeleta. Pilar de la Horadada, Almoradí (empatado a votos con el PP, tres grandes municipios de la Vega Baja y de la provincia, pero también Albatera, Benferri, Daya Nueva, Daya Vieja, Dolores, Jacarilla, Catral y San Fulgencio han votado mayoritariamente a Vox en la Vega Baja, a ellos se suma Crevillent (el más grande de la Comunitat), Castell de Guadalest y Monforte del Cid. En todos ellos, el partido de Santiago Abascal tenía una presencia pequeña en los ayuntamientos. Ninguno de sus candidatos ha hecho campaña porque sabían perfectamente que a quien vota es a la marca y a lo que dice su líder. Ahí sí ha estado este triunfo electoral.

El mensaje ultraderechista cala en zonas agrícolas y en pueblos con rentas altas

La formación de Santiago Abascal se instala especialmente en Alicante, donde consigue dos tercios de las 22 victorias que registra en toda la Comunidad. Logra convertirse en primera fuerza en localidades con alcaldías de la izquierda por mayoría absoluta

Aunque apenas cuenta con implantación a nivel municipal, Vox se ha visto encumbrado de la noche a la mañana como el partido más votado en 22 localidades de la Comunidad Valenciana gracias a la repetición electoral. El auge de la ultraderecha se cimenta en buena medida sobre la comarca de la Vega Baja, en Alicante, con once poblaciones teñidas de verde tras el 10-N. Pero las victorias de la formación van más allá y se extienden a otros territorios como la Ribera Alta, el Camp de Túria y Los Serranos: comarcas de Valencia con más trabajadores autónomos y menos afiliados a la seguridad social que la media autonómica, donde Vox ha capitalizado el volátil «efecto cabreo» y la fuga de votantes de Ciudadanos, agitando un discurso xenófobo que ha puesto el foco en el descontento de las zonas rurales y en la defensa de actividades tradicionales, como la caza o los toros.

Las razones del triunfo de Vox en Murcia son las mismas que explican su contagio a la Vega Baja: el municipio más meridional de la Comunidad Valenciana, Pilar de la Horadada, es el que más apoyo a Vox concentra: un 33,82%. La comarca, tradicionalmente agrícola, presenta un índice de población extranjera más de dos veces superior al promedio autonómico (el 32,7%) y alberga algunos de los pueblos con menores rentas por habitante: San Fulgencio, Catral, Crevillent, Dolores o Callosa del Segura han abrazado mayoritariamente a Vox el 10-N a pesar de que sus ayuntamientos están gobernados por PSPV y Compromís desde junio. La gestión de la catástrofe de la gota fría, así como el mayor sentimiento de españolidad, azuzado por el conflicto catalán, en un territorio donde Compromís apenas ha sacado un 1,6% de sufragios, son también puntos catalizadores a tener en cuenta. Otras localidades gobernadas por la izquierda donde se ha impuesto Vox en las generales son Algemesí y Carcaixent, con el hundimiento del sector de los cítricos y el debate taurino muy en el candelero. De media, los pueblos donde ganó la ultraderecha el 10N tienen 8.400 habitantes, aunque cinco de ellos superan los 20.000. Uno es la Pobla de Vallbona, en el Camp de Túria, una zona residencial donde Vox consiguió su única victoria valenciana en abril y donde obtiene más sufragios que la media. El domingo, ese triunfo se extendió a San Antonio de Benágeber, Serra o Loriguilla, pueblos con bajo paro e inmigración pero situados entre los que más renta por habitante tienen. Alpuente, Calles o Monforte del Cid, donde la izquierda gobierna con mayoría absoluta, son otros nuevos feudos de la ultraderecha.

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