Pagar con la misma moneda, antes con mayorías absolutas del PP y ahora con coaliciones de gobierno de partidos de izquierda. Los presupuestos de la Generalitat para 2020 aprobados el pasado jueves por los tres socios del Botànic, el PSPV-PSOE, Compromís y Unidas Podemos, incluyen tan solo 65 enmiendas presentadas por la oposición, por el PP y Ciudadanos -Vox optó por no registrar ninguna alternativa presupuestaria-, una cifra absolutamente inverosímil entre las cerca de 1.800 enmiendas que registraron entre las dos formaciones de centroderecha.
Tras dos meses de debate, en comisiones, en despachos y durante dos días de pleno, el quinto proyecto presupuestario aprobado por los gobiernos del Botànic en tiempo y forma y el primero que saca adelante el Botànic II, desde que nació el pasado mes de junio, aplicó el mismo rodillo con el que años atrás se despachaba el PP con las intentonas de la oposición a aportar algo al presupuesto de la Generalitat que cada año se sometía a votación.
Porcentaje mínimo
Además de las enmiendas pactadas entre los socios del Botànic, el Consell tan solo ha aceptado 41 enmiendas de Ciudadanos de las 635 presentadas por la formación naranja, y 24 de las 1.058 enmiendas aportadas por el PP (al que también le aceptaron una propuesta de las 53 presentadas a la Ley de Acompañamiento). Además, las enmiendas aceptadas al PP no conllevan modificación de partidas económicas. Como también es muy curioso que dentro de estos porcentajes mínimos de aceptación, el Botànic apoye el 2,3% de lo que le ofrece el PP y tres veces más, el 6,5% de lo que le plantea Ciudadanos. Un rodillo selectivo pensando en un futuro que algunos no ven muy lejano.
