Ximo Puig toma nota. Tras observar el modo de gestión del plan español para el fondo de 144.000 millones de la Unión Europea (UE), quiere adaptarlo a la realidad valenciana.
La principal peculiaridad del modelo anunciado el pasado viernes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es que él mismo presidirá la comisión interministerial que decidirá qué planes se presentan a Bruselas para ser beneficiarios de los 144.000 millones. Ponerse al frente es una forma de subrayar la importancia que da a estos proyectos para la reactivación y modernización de la economía española. Al tiempo, contempla otra unidad con la minsitra de Hacienda, territorios e iniciativa privada.
Puig pretende hacer lo mismo a escala valenciana, confirman fuentes de Presidencia: crear un grupo que coordinará los proyectos que se presentarán al Gobierno de España para recibir financiación europea. Él estará al frente y quiere contar con algunos de los expertos con los que dialoga periódicamente (Joan Romero se da por seguro que estará) y responsables de Hacienda (el director del Institut de Finances, Manuel Illueca, es uno de los candidatos).
El Consell ya ha encargado a todos los departamentos «alinear» los proyectos en marcha y de futuro a los tres grandes ejes que marca la UE: digitalización y modernización de servicios públicos, transición ecológica y resiliencia (reindustrialización). En teoría, la maquinaria está en marcha y se ha instado a los equipos a acelerar los trabajos. La idea de que quien antes llegue adquirirá ventaja ha calado tanto en el Ejecutivo valenciano como en la Moncloa.
Sánchez comunicó el viernes a los presidentes que a partir del 15 de octubre se pueden presentar proyectos y la idea del Gobierno es trasladar a la Comisión Europea antes de que finalice el año un plan nacional de recuperación. El objetivo de Puig es poder ser los primeros a la hora de registrar propuestas ante el Ejecutivo, ya que va a haber una parte importante del fondo que va a ser repartida por proyectos, de manera competitiva. Los criterios de población o afección económica contarán, aseguraron ayer fuentes del Consell, pero «será más importante la capacidad de ofrecer proyectos sólidos y en la línea de los ejes indicados por la UE».
Los plazos son escasos. Ello exige un decidido impulso político. De ahí también la idea de que Puig coordine esta operación, si bien el día a día recaerá sobre sus hombres de confianza en Presidencia, Andreu Ferrer y Alfred Boix.
Es en el primer semestre de 2021 cuando debe empezar a llegar el maná de Bruselas. Para una comunidad infrafinanciada puede ser un auténtico salvavidas si el calendario de ingresos del sistema de financiación vuelve a la normalidad y no se producen adelantos como los de este año para hacer frente a los gastos extraordinarios de la covid.
PP, Compromís y Cs lamentan la falta de resultados concretos de la cumbre
PP, Compromís y Cs lamentan la falta de resultados concretos de la cumbreEl socialista Mata responde que «estamos en la avanzadilla del cambio del modelo de financiación»
La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, calificó ayer de «decepcionante» la postura de Ximo Puig en la conferencia de presidentes autonómicos por «su tibieza y falta de contundencia» a la hora de defender los intereses de los valencianos en el reparto de los fondos europeos.
Bonig reprochó a Puig su «falta de firmeza y de peso nacional» para rechazar los acuerdos bilaterales con el PNV.
Por su parte, el síndic de Compromís, Fran Ferri, lamentó que han salido «pocas cosas claras» de la cumbre autonómica y exigió que los fondos europeos «se repartan siguiendo unos criterios justos» para que los valencianos «no seamos los que siempre perdamos».
«Puig no debería aceptar que los valencianos recibamos, una vez más, menos recursos que los vascos para nuestra sanidad, educación y servicios sociales», afirmó el síndic de Ciudadanos (Cs), Toni Cantó, sobre la conferencia autonómica.
Respondió Manolo Mata (PSPV), quien calificó de «exitosa» la gestión de Puig ayer en la cumbre. «Ha levantado la bandera de la igualdad entre comunidades, entre ciudadanos, con el respeto a la diversidad de los territorios». «Estamos en el pelotón de la avanzadilla de un cambio estructural del modelo de financiación, que es tremendamente injusto», señaló.
