Los grupos políticos de la Diputación han levantado sus habituales vetos para editar una inusual alianza. El PSOE ha abierto la puerta a un pacto presupuestario con PP y Ciudadanos, justo en el momento en el que el Botànic y la oposición se están alejando de los acuerdos de reconstrucción suscritos en las Cortes y del apoyo a las cuentas del próximo año.

Tan solo 24 horas después de reunirse con Ximo Puig, el portavoz socialista en la Diputación, Toni Francés, acudió ayer a un encuentro con los portavoces de PP y Cs, Eduardo Dolón y Javier Gutiérrez, para marcar las líneas estratégicas de los presupuestos de 2021 y adaptar sus objetivos y proyectos tanto a la emergencia sanitaria como a sus consecuencias a nivel social y económico. De fondo, dos objetivos en un único gesto: por un lado, el PSOE trata de elevar la presión contra PP y Ciudadanos en las Cortes para evidenciar que la oposición en la Diputación sí está dispuesta a alcanzar un pacto en una coyuntura tan complicada como la actual. Y, en segundo lugar, la estrategia pasa por forzar que el presidente, Carlos Mazón, apruebe el Fondo de Cooperación para destinar más recursos a los municipios. El PSOE cede y, a la vez, aprieta para que el PP haga lo mismo. También Compromís se ha sumado a este inédito espacio de diálogo en el que los grupos han aparcado sus diferencias, con la gestión de la pandemia como principal argumento. La crisis ha forzado un alto el fuego en el enfrentamiento político. Frente a la tensa negociación presupuestaria a nivel autonómico donde los grupos parlamentarios están comenzando a descartar cualquier posibilidad de aproximación, la Diputación está dispuesta a desmarcarse y dejar la controversia aparcada del panorama político provincial. Al menos, por el momento. Los reproches se han diluido y las maletas están cargadas de propuestas dirigidas a aliviar los efectos dañinos de la crisis y adaptarse a esta nueva normalidad. Entre las líneas estratégicas, el PSOE y el equipo de gobierno acordaron ayer dar prioridad a la adhesión de la Diputación al Fondo de Cooperación Municipal para poder destinar 13,7 millones de euros a los municipios alicantinos, además de contribuir a la recuperación social y económica, y abordar la despoblación. La creación de este espacio de trabajo, propuesto por los socialistas en el pleno y aprobado por unanimidad, tiene el objetivo de analizar la situación provocada por el coronavirus y aportar iniciativas para la elaboración de los presupuestos.

El equipo de gobierno contó el pasado año con el rechazo de los socialistas y la abstención de Compromís. Pero ahora el punto de partida es totalmente diferente. Los grupos han establecido un calendario de sesiones para poder alcanzar un acuerdo durante el mes de octubre. Eso sí, está por ver si las cuestiones más espinosas, como el Fondo de Cooperación, no hacen estallar esta estrategia. Los socialistas se volcarán en presentar alternativas para que la Diputación de Alicante siga los pasos de la de Valencia o Castellón. Es una condición irrenunciable también para Compromís, que participó la semana pasada en este foro con el equipo de gobierno y mantuvo su exigencia de hacer llegar los 35 millones pendientes a los pueblos alicantinos y reparar el agravio comparativo generado por la deuda de la institución.

El portavoz del PP en la Diputación, Eduardo Dolón, explicó que, «a diferencia del año anterior, proponemos unas cuentas conjuntas porque en este contexto es muy necesario», añadiendo que existe «predisposición» a potenciar la unidad de acción. Por su parte, el portavoz socialista, Toni Francés, destacó la importancia de sacar adelante unas cuentas de reconstrucción económica y social que supongan un impulso para fortalecer a los municipios alicantinos.