Los socios del Botànic se han citado en la comisión de seguimiento del pacto para hablar hoy sobre los presupuestos autonómicos a instancias de Podemos y en la sede de la formación morada. El encuentro se ha ido tensando en los últimos días y el ambiente se ha enrarecido de tal forma que ayer desembocó en una inédita acusación de deslealtad del PSPV a Unides Podem, con la diana puesta en la coordinadora, Pilar Lima, cuyo tono en acusaciones a los socialistas de acercarse demasiado a la derecha resulta molesto al socio mayoritario. La propia reunión para hablar de presupuestos ya es motivo de fricción. Las cuentas son competencia del Consell y los grupos se limitan después a intentar mejorarlos con enmiendas. Ese ha sido el funcionamiento habitual.

«Creo que Unides Podem no ha acabado de entender aún que está en el Gobierno, acudimos a la reunión con cierta intranquilidad», lanzó ayer el portavoz socialista en las Cortes, Manolo Mata.

Pero aún hay más motivos de desencuentro. Las enmiendas presentadas el día antes por la diputada de EU Estefanía Blanes al proyecto de ley de Función Pública que el Consell logró pactar antes del verano tras años de complicada negociación sentaron mal al PSPV. Podem comunicó a sus socios el contenido casi a la misma hora en que lo presentaba a los periodistas. Mata aseguró que suponía una «deslealtad» porque hace unas semanas el PSPV tuvo que aceptar la iniciativa morada sobre tanteo y retracto en la vivienda por lealtad botánica pese a discrepar en muchos de sus puntos. Mata y Lima hablaron ayer después de las declaraciones del portavoz socialista, pero la reunión de hoy llega caldeada. Mientras, Compromís y también la formación morada se desmarcaron ayer de la iniciativa del jefe del Consell, Ximo Puig, de facilitar los presupuestos en aquellas instituciones donde sea posible. Fran Ferri aseguró que su formación no dará un cheque en blanco a políticas de derechas.