Las formaciones políticas tienen por delante una etapa decisiva para fortalecer sus organizaciones internas y repartir sillas en los congresos que se otean en el horizonte. Y con los movimientos precongresuales, llega, irremediablemente, el ruido de sables. El calendario político evidencia que hay actividad mas allá del covid, pero, a la vez, fuerza a las direcciones a reorganizar sus estructuras sin perder de vista la excepcionalidad del contexto en el que se mueven. Más allá de convertir estos procesos en espacios de control y de reparto de poder, la peor pandemia del siglo XXI obliga a los dirigentes a trazar nuevas líneas estratégicas, abordar retos y actualizar discursos en torno al debate del Estado del bienestar. Está por ver si las rivalidades entre Ximo Puig y José Luis Ábalos o entre Isabel Bonig y Carlos Mazón consiguen quedarse aparcadas o, por el contrario, vuelven a sacar a la superficie la obviedad de que el fuego amigo es el más peligroso hasta en tiempos de crisis. Aunque la mayoría de partidos se han abierto a retrasar sus congresos hasta 2021 para no interferir en la gestión de esta segunda oleada, la maquinaria ya ha comenzado a engrasarse para poner en marcha las estructuras y crear nuevos equipos. Los partidos encaran las batallas internas por el liderazgo y la posterior consolidación de los «aparatos» como piedra angular de estos cónclaves.

Políticos.

PSOE. Ximo Puig en la Comunidad y, ¿Alejandro Soler en Alicante?

El PSOE tiene la mirada puesta en la convocatoria del congreso federal que se celebrará en 2021. Los socialistas mantienen que se están ajustando a los tiempos marcados por el partido y que todavía es prematuro avanzar nombres. No obstante, el actual secretario general del PSPV, Ximo Puig, ya ha expresado su voluntad de aspirar de nuevo al cargo, pese a que en 2017 dijo que no repetiría. Con esta estrategia, Puig trata de evitar el choque de intereses entre la jefatura del Consell y el liderazgo del PSPV e intenta labrarse un futuro despejado ante la amenaza que le pueda suponer la rivalidad con el ministro José Luis Ábalos. La dirección se ha mostrado convencida de que ni a Pedro Sánchez, ni a Ximo Puig le saldrán rivales. Habrá que ver si al final los «abalistas» plantan batalla. La celebración del cónclave federal desencadenará los procesos autonómicos, por lo que el sector afín a Puig ya ha comenzado a mover hilos para conseguir la confianza de la militancia intentando rentabilizar, además, la gestión de esta crisis. El partido asegura que en ningún caso adelantará las fechas por dos motivos: además de estar centrados en la incidencia del coronavirus en la Comunidad, ahora su objetivo es consolidar tanto el Botànic como el Gobierno de coalición en Madrid. De hecho, plantean aplazarlo hasta que la situación sanitaria esté más controlada y aseguran que «nadie entendería entrar ahora en un proceso orgánico». Una vez que el congreso federal dé el pistoletazo de salida, los autonómicos, provinciales, comarcales y locales irán en cadena para fortalecer las figuras de sus líderes y, también, para controlar la imagen que se traslada al exterior, lo que significa hacer camino electoral. En la provincia de Alicante, el diputado Alejandro Soler se postula como relevo de José Chulvi, al ser considerado hasta ahora uno de los representantes del sanchismo. Sin embargo, el panorama es incierto. El actual secretario provincial no se ha pronunciado sobre su continuidad y han sonado otros nombres, con mayor o menor intensidad, como el del portavoz socialista en la Diputación y alcalde de Alcoy, Toni Francés, o el del presidente de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias y alcalde de Elda, Rubén Alfaro.

Partido Popular. Mazón acelera el proceso para controlar el partido provincial

Mientras la mayoría de partidos están preparando sus primarias y calendarios congresuales, el PP de la provincia ya tiene parte de los deberes hechos. Los malos datos electorales obligaron a Pablo Casado a poner en marcha una completa renovación territorial con equipos afines. En la provincia, su hombre fuerte es, sin duda, Carlos Mazón, quien salió elegido presidente provincial del PP en el congreso que se celebró el pasado mes de julio. Fue el primer movimiento de la dirección nacional para tomar el mando en la Comunidad Valenciana. Desde entonces, Mazón ha acelerado el proceso de renovación de medio centenar de asambleas locales para controlar el partido, asegurándose un organigrama elegido bajo su influencia de cara a las elecciones de 2023. Según admite el también presidente de la Diputación de Alicante, ahora sus pretensiones son revitalizar el partido, retomar el poder perdido en la provincia y volver a ser la primera fuerza política. También contempla una completa renovación del resto de las estructuras municipales del PP de aquí hasta el próximo verano. Una vez consagrado como uno de los triunfos del equipo de Génova, el dirigente provincial va a dedicarse a reordenar el «aparato» en un mandato que puede llegar a tener recorrido autonómico, a expensas de la convocatoria de la cumbre regional donde se sabrá si finalmente Carlos Mazón aparta de su camino a la actual presidenta y síndica del PP en las Cortes, Isabel Bonig o si se queda en la provincia.

Ciudadanos. Juego de contrapesos entre los de Arrimadas

Los movimientos internos en Ciudadanos no han traído la paz al partido, sino todo lo contrario. Las diferencias entre los partidarios del acercamiento al PSOE y los que se oponen a este volantazo ideológico se han agudizado. El síndic de Ciudadanos en las Cortes, Toni Cantó, ha sido designado coordinador autonómico en la Comunidad por el comité ejecutivo, que aprobó la pasada semana su organigrama. Además, el nuevo coordinador provincial es el diputado provincial y concejal de Xixona, Javier Gutiérrez, que será uno de los contrapesos a Cantó en Valéncia. En los nuevos órganos de dirección, sigue habiendo un reparto de fuerzas que equilibran la balanza entre los grupos liderados por Toni Cantó; el diputado provincial por Valencia Jesús Gimeno; y el senador por Alicante Emilio Argüeso. Los primeros roces ya se han hecho notar en torno a las afinidades entre bloques. Mientras Toni Cantó no deja de buscar la sintonía con Ximo Puig y eleva el tono contra Carlos Mazón, el nuevo coordinador provincial Javier Gutiérrez hace todo lo contrario al trasladar insistentemente el mensaje de que el pacto en la Diputación de Alicante está blindado.

COMPROMÍS. El Bloc e Iniciativa, a la espera de sus cónclaves internos

Las dos fuerzas más representativas de Compromís, el Bloc e Iniciativa, se han quedado a medio camino en lo que respecta a cambios internos, aunque los dos aseguran que están dispuestos a compartir una federación de partidos. La formación a la que pertenece Mónica Oltra todavía no ha anunciado cuándo comenzará su asamblea, aunque sigue cerrando filas en torno a la vicepresidenta del Consell. Por parte del Bloc, socio mayoritario de la coalición, la coordinadora nacional, Àgueda Micó, volverá a presentarse, aunque el líder ideológico y la cara más visible del partido es el conseller Vicent Marzà. Desde que en plena pandemia Micó convocara la comisión de coordinación, la división entre las posturas de las nuevas generaciones y el grupo de los veteranos se han diluido. Su estrategia ahora pasa por hacer piña alrededor de Joan Baldoví y reforzar sus consellerias dentro del Botànic. La Comisión Organizadora del Congreso del Bloc, después de reunirse en varias ocasiones para tratar el estado del proceso congresual, ha propuesto una ampliación del calendario. Dado que esta situación no puede ser prorrogable indefinidamente, también ha acordado pedir a la ejecutiva que esta cita no se aplace más allá del mes de junio de 2021. El partido valencianista tenía prevista la celebración de su VIII Congreso Nacional el fin de semana del 27 al 28 de junio de este año, pero se suspendió por la alerta sanitaria.

Vox. El cuento eterno de las broncas y las acusaciones cruzadas

Vox ha recibido un aluvión de denuncias por las irregularidades en sus elecciones primarias. Aunque la organización valora la posibilidad de suprimir los procesos internos en un futuro, Alicante está siguiendo la hoja de ruta marcada, y Ana Vega y Rafael Ramos han anunciado sus candidaturas. Tras un cuento eterno de acusaciones cruzadas entre candidatos, sanciones del comité organizador a los aspirantes o bajas de militantes que enturbiaron el proceso electoral, ahora la dirección del partido que lidera Santiago Abascal ha vuelto a activar la renovación de su estructuras orgánicas que se anularon en tres provincias españoles: Alicante, Málaga y Jaén. La síndica en las Cortes, Ana Vega -presidenta actual de la gestora provincial- y el abogado Rafael Ramos -que tiene el apoyo del diputado nacional, Manuel Mestre- se han presentado de nuevo a este proceso con el objetivo de reactivar el partido, tal y como han asegurado a este medio. Los militantes ya pueden votar y los resultados definitivos se conocerán el día 23 de octubre.

PODEMOS. Liderazgos enfrentados entre Pilar Lima y Naiara Davó

Los disparos procedentes del propio bando provocan, en la mayoría de ocasiones, enfrentamientos a cara de perro. Eso es exactamente lo que está ocurriendo en Podemos. Aunque la síndica en las Cortes, la alcoyana Naiara Davó, se perfilaba como máxima responsable de la secretaría autonómica, finalmente la batalla por el liderazgo dio un vuelco y la diputada autonómica Pilar Lima ganó las primarias. Después de una temporada con el partido controlado por una gestora y sumido en una crisis interna tras la dimisión de Antonio Estañ en 2019, ahora Pilar Lima ha tomado las riendas y ya ha comenzado el proceso de inscripción de militantes que se prolongará hasta el 15 de octubre. En el Consejo Ciudadano, las candidaturas de Pilar Lima y Naiara Davó quedaron empatadas a 14 consejeros, lo que obliga a una ejecutiva de consenso. A partir de esta semana se designarán siete áreas de intercomarcales y los círculos elegirán sus siete direcciones, además de sus dos representantes por cada zona, que serán los 14 miembros que completen el Consejo Ciudadano de Podemos.