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Los grandes municipios preparan nuevos presupuestos con más gasto contra el covid

Los principales ayuntamientos ya han comenzado a planificar las cuentas para 2021, donde primará la congelación de impuestos y una mayor dotación social. Los alcaldes condicionan la inversión final al margen que conceda el Gobierno con el techo de gasto

El puerto de Alicante Áxel Álvarez

A falta de dos meses y medio para que acabe el año y termine el plazo legal para que los ayuntamientos traten de sacar adelante sus presupuestos municipales, los grandes municipios de la provincia tienen claro que es mejor disponer de nuevas cuentas anuales y evitar la prórroga automática a verse sujetos a un encorsetamiento económico que siempre estará desfasado. Aunque el Gobierno todavía no ha despejado las dudas sobre qué cantidad del remanente acumulado en las arcas municipales se podrá gastar y para qué fin, los gobiernos locales ya han activado su departamento de Hacienda para acelerar todo el farragoso proceso de elaborar unos presupuestos con los que encarar un panorama tan incierto.

Desde el minuto uno que se activó el mecanismo para luchar contra el coronavirus, los ayuntamientos alicantinos pasaron a afrontar la gestión municipal condicionados por los efectos de la pandemia y necesitados de más recursos. En el mes de marzo, al decretarse el estado de alarma, un buen número de ayuntamientos ya disponía de presupuesto para afrontar el año, unas cuentas que en muchos casos han sufrido numerosas modificaciones presupuestarias para hacer frente a la crisis sobrevenida. Los consistorios que tenían sus cuentas de 2020 por aprobar pudieron, en parte, adaptarse al nuevo escenario económico, marcado inevitablemente por la covid-19 y, de hecho, más de 120 ayuntamientos de los 141 municipios de la provincia han conseguido aprobar un presupuesto adaptado a sus necesidades económicas actuales y reales. Un 85% de las poblaciones de la provincia de Alicante -porcentaje elevadísima en comparación con años anteriores-, aprobó sus cuentas para 2020, una cifra que todo apunta que se mantendrá el próximo ejercicio.

Pîdo un milagro: necesitamos que el Gobierno se aclare y nos dé los recursos necesario

Luis Barcala - Alcalde de Alicante

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En todo caso, la principal duda estriba en la falta de concreción con la que el Gobierno ha anunciado que suspende las reglas fiscales a las entidades locales para 2020 y 2021, lo que permitirá a los ayuntamientos hacer uso de sus remanentes. Al no estar claros los pormenores de las medidas anunciadas por la ministra de Hacienda, María Jesús Montero (aún no se ha publicado el real decreto en el BOE), los ayuntamientos prefieren actuar con cautela. El ejecutivo ha aceptado una de las principales demandas de los alcaldes como es la suspensión del techo de gasto (el límite máximo de gasto no financiero -sin contar los intereses bancarios-, al que puede llegar una administración una vez estimados los ingresos del ejercicio), pero todavía no se sabe si los ahorros que se incorporen servirán para plantear inversiones que generen empleo o para ganar liquidez con la que resistir un más que posible aumento de gastos sociales. Las cuentas del rescate

En el Ayuntamiento de Alicante quiere tener el presupuesto de 2021 aprobado antes de acabar 2020. Su alcalde, Luis Barcala (PP), considera que los próximos presupuestos «serán los del rescate de Alicante», con una hoja de ruta marcada por «superar el drama social y combatir el desempleo». En el Ayuntamiento de Elche, su alcalde, Carlos González (PSOE), defiende la congelación de los ingresos fiscales y reclama

El presupuesto 2021 debe ser marcadamente inversor y social y moderado en la fiscalidad

Carlos González - Alcalde de Elche

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«un incremento del esfuerzo inversor de todas las administraciones». En Torrevieja ha finalizado el plazo para los presupuestos participativos y, según el alcalde, Eduardo Dolón (PP). pretenden tener «para final de este mes un documento de avance» que recoja una posible bajada de ingresos.

En el Ayuntamiento de Alcoy, el alcalde, Toni Francés (PSOE), no quiere prorrogar sus cuentas municipales, aunque considera que «lo ideal sería aprobarlas cuando estén los Presupuestos del Estado». En toda caso, tiene claro que las partidas de gasto social «van a incrementarse ya que la situación será complicada». Jesús Villar (PSOE), alcalde de San Vicente del Raspeig explica que el presupuesto ordinario «debe ser con los ingresos previstos. Si luego se puede gastar lo ahorrado será fuera del presupuesto». En esta misma línea, Rubén Alfaro (PSOE), alcalde de Elda prefiere que los remanentes vayan destinados a un plan de inversiones, lo que aumentará los recursos del presupuesto ordinario. En el Ayuntamiento de Crevillent, su alcalde, José Manuel Penalva (Compromís), indica que han preparado un cronograma para aprobar unos presupuestos «sensibles con el gasto social» el 21 de diciembre. Y en El Campello, el alcalde Juanjo Berenguer (PP) avanza que ya se han pedido las necesidades de cada concejalía pero todo depende de la «indefinición a que nos tiene sometido el gobierno de Pedro Sánchez».

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