El PP valenciano prefiere no pisar charcos, sobre todo, cuando estos pueden afectar a sus frágiles relaciones con el líder nacional del PP, Pablo Casado. De ahí que lo mejor es optar por un perfil bajo sobre todo en aquellos asuntos internos del partido que trascienden la agenda valenciana y apartarse de controversias. Con esta filosofía, los populares liderados por Isabel Bonig evitaron ayer pronunciarse sobre uno de los temas que persigue a Pablo Casado hace unos días y que tiene que ver con la postura que adoptará hoy miércoles ante la moción de censura presentada por Vox.

A apenas 24 horas de que el Congreso de los Diputados debata la iniciativa de la ultraderecha, Génova mantenía la incógnita respecto a cuál iba a ser hoy el sentido de su voto. El silencio de Casado, que se limita a restar importancia a la moción, ha generado voces internas discrepantes dentro del partido y dirigentes destacados que piden al presidente nacional del PP, según el caso, una abstención o un «no» que no deje lugar a dudas. Aunque el sentido del voto de las diputadas y diputados populares es irrelevante respecto al éxito de la moción (la derecha no suma apoyos suficientes para desbancar a Pedro Sánchez), el botón que apriete el grupo popular si tiene trascendencia.

Desmarcarse

Con un Ciudadanos en declive jugando al centrismo político, el PP tiene hoy la oportunidad de desmarcarse de la extrema derecha de Abascal o bien trasladar el mensaje de que hay puntos en común. De ahí que los dirigentes considerados más radicales como la exportavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, apuesten por la abstención, mientras que pesos pesados considerados más centristas como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida o el gallego Alberto Núñez Feijóo advierten de que la moción pretende sólo desgastará al Partido Popular, por lo que rechazan respaldarla.

¿Qué prefiere el PP valenciano? La respuesta la dio ayer la número dos del PPCV, Eva Ortiz, al ser preguntada durante su comparecencia en las Cortes tras la reunión de la junta de síndics. «El PP de la Comunidad Valenciana lo que hace cada minuto es mirar por los cinco millones de habitantes y tenemos mucha faena. Nos centramos en eso», indicó Ortiz. «Me remito a las palabras de Casado y nos parecerá perfecto la decisión que tome la dirección nacional del partido», remató la dirigente popular alicantina. Una forma de tirar balones fuera.

Los populares valencianos se han esforzado esta legislatura en marcar distancias con Vox y, en privado, suelen sentirse más cercanos a las posiciones centristas de Feijóo. La cúpula popular hace tiempo que está convencida de que su forma de recuperar espacio electoral es a costa de Ciudadanos y ven mucho más difícil que vuelvan a su redil los votantes de Vox. Pese a ello, prefieren no marcarse, máxime cuando Casado podría decantarse por cualquiera de las dos opciones.

Algunas fuentes apuntaban ayer que el silencio de Casado había sido un error de estrategia, ya que el foco se había puesto en el PP y el Gobierno de Sánchez estaba tratando de rentabilizarlo. Compromís instó al PP a posicionarse y dejar aislada de forma definitiva a la ultraderecha.