A expensas del devenir de la negociación presupuestaria, Compromís recabó ayer el apoyo del sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) para defender ante sus socios de gobierno la batería de reformas fiscales esbozada hace unas semanas en las Cortes. El secretario general del colectivo a nivel estatal, José María Mollinedo, sentenció ayer que la Comunidad Valenciana «tiene margen suficiente» para incorporar nuevos impuestos propios como los planteados por la coalición valencianista, con el punto de mira puesto en las grandes compañías y fortunas «que pueden haber mantenido su nivel de renta y recabado beneficios millonarios pese a la pandemia».

Según los cálculos de los técnicos de Hacienda, la propuesta de Compromís para establecer nuevos tipos impositivos en el gravamen del IRPF a las rentas que superan los 120.000 euros apenas afectaría a un 0,6% de los declarantes valencianos, unas 13.000 personas que soportan el 14% de la carga tributaria del IRPF. Pese a ello, Mollinedo aseguró que la medida brindaría a la Comunidad Valenciana «una gran capacidad recaudatoria» para combatir la crisis y paliar el déficit. La idea inicial de Compromís pasaba por aplicar el tipo tributario actualmente más alto, del 25,5%, a aquellos que perciben entre 120.000 y 140.000 euros cada año. A partir de ahí, la coalición aboga por crear dos tipos nuevos para los tramos de 140.000 a 175.000 euros y de 175.000 euros en adelante.

Ayer, sin embargo, el síndic Fran Ferri avanzó modificaciones en el texto para adaptarlo a las aportaciones de Gestha y a la intención anunciada por el Gobierno de subir el IRPF a quienes ganen más de 300.000 euros. En ese sentido, el diputado abrió la puerta a revisar los tipos previstos para los tramos inferiores a 175.000 euros con tal de que sean «lo más efectivos posibles» y «cuadren» con las medidas del Gobierno, a la espera en cualquier caso de que se plasmen en los presupuestos generales del Estado.

Pese a las reticencias exteriorizadas por el PSPV respecto a la creación de nuevos impuestos, Ferri aseguró que, de momento, no se han encontrado con un «no rotundo» de sus socios a ninguna de sus propuestas. El síndic valencianista confió en que los tres partidos del Botànic llegarán a acuerdos para consensuar los cambios fiscales vía enmiendas en el marco del debate en marcha sobre los presupuestos autonómicos. El objetivo, dijo Ferri, es que «los más ricos aporten más en este contexto de crisis» sin que afecte al crecimiento económico.

El secretario general de Gestha descartó que la subida fiscal pudiera propiciar una fuga de rentas, pero cuestionó el efecto capitalidad de la Comunidad de Madrid, que se puede permitir la «anomalía» de renunciar a 970 millones de euros del impuesto de patrimonio cada año y de perdonar una recaudación importante a las grandes fortunas «gracias al sistema de financiación» y a la concentración de grandes compañías.