Las represalias de Vox al PP por romper Pablo Casado con el partido que lidera Santiago Abascal no pueden afectar a las alianzas que la formación de extrema derecha mantiene con gobiernos locales de la provincia. Esa es, al menos, la idea que sostiene el presidente provincial del PP, Carlos Mazón, partidario de seguir manteniendo los acuerdos puntuales de ayuntamientos como Alicante, Santa Pola o El Campello, donde el PP cuenta el apoyo de Vox. Una sociedad que Mazón no está dispuesto a perder por la bronca entre Casado y Abascal.

Esos gobiernos tienen «buena salud» y no tienen por qué verse afectados por la fallida moción de censura, tumbada esta semana, de manera abrumadora, en el Congreso. Si Vox se mostrase reacio a mantener ese respaldo, como ya ha dejado entrever en la Junta de Andalucía, Carlos Mazón pide a la formación ultra que «siga trabajando por los ciudadanos» y no se meta en «chácharas inútiles de polarización», destacó el presidente provincial del PP.

Otro asunto es que el PP, absolutamente en línea con la jugada de Pablo Casado de distanciarse todo lo posible de Vox, quiera volver a tender puentes con los votantes populares que en las últimas visitas a las urnas se han decantado por apoyar a la formación ultra. A esos votantes de Vox que «quieren una España con Europa, que no creen que el sistema de autonomías sea fallido o que piensan que España habla distintas lenguas», explicó el diputado César Sánchez, el PP abre sus brazos para que regresen a su seno. Para que vuelvan a votar al «partido de la moderación y el centro en un momento de crispación», añadió.