Nuevo capítulo en la lucha por conseguir el poder provincial en Vox. La cúpula del partido ultra ya ha elegido quién será su máxima responsable en la provincia de Alicante. El partido que lidera Santiago Abascal ha determinado que la presidenta provincial sea Ana Vega, la misma persona que ha desempeñado esa labor como responsable de la gestora creada en marzo de 2019 y candidata del aparato. Vega seguirá en el cargo, pero esta vez al imponerse en las primarias por 405 votos frente a 280 que consiguió su rival, Rafael Ramos, unas elecciones internas que el comité electoral ha dado por zanjadas al desestimar el recurso presentado por el candidato derrotado en las elecciones primarias.

Ramos confirmó ayer que el comité electoral «respondió a mi recurso y lo desestimó por completo», lo que ha dado pie a este abogado a llevar todo el proceso ante la justicia ordinaria. La única duda de Ramos, que incorporaba como «número dos» de su lista al diputado nacional Manuel Mestre, es si presenta una denuncia a título personal o una demanda colectiva, ya que «muchos afiliados me han expresado que quieren participar» en esta nueva vía que se abrirá ante los tribunales, dijo.

Durante todo el proceso de repetición de primarias -convocadas por Vox tras anular la campaña que se organizó en el mes de septiembre, donde se quedó por el camino un tercer candidato, Pascual Moxica-, Rafael Ramos presentó cinco recursos. En el último, según asegura, aportaba pruebas de las «gravísimas faltas cometidas y demostradas por la candidatura de Ana Vega, que, sin ánimo de error, nos atrevemos a calificar de trampas». Ramos reclamaba la descalificación de la candidatura que encabezaba Vega, e incluso que se proclame vencedora su candidatura ya que «es la única en este proceso que ha respetado escrupulosamente la norma emanada del partido y de este comité al que me dirijo».

Al recibir justo la respuesta contraria, ha tomado la decisión de reclamar «las acciones legales pertinentes» por lo que el proceso puede volver a abrirse aunque la dirección de Vox lo haya dado por cerrado. Y todo con la militancia del partido completamente dividida.