Los presupuestos de la Generalitat para 2021, los segundos del Botànic II y los primeros pensados para lidiar con una pandemia, serán expansivos en el gasto, tanto que la previsión es que crezcan en torno al 10% con respecto a las cuentas en vigor, según fuentes del Ejecutivo. La previsión de crecimiento es espectacular si se compara con el modesto aumento de 2020, cuando las cuentas prácticamente se congelaron con un incremento del 1,6%. Fueron 16.970 millones de euros de gasto no financiero. Habría que retrotraerse a 2019, año electoral, para encontrar un crecimiento similar al que la Conselleria de Hacienda ha previsto para un ejercicio en el que el grueso de la inversión está pensada para hacer frente en el ámbito sanitario a la segunda ola de la epidemia del coronavirus y la crisis económica y social que ha conllevado.

El aumento, que rondaría los 2.000 millones, resulta a priori contradictorio con un momento de desaceleración económica y con la situación de infrafinaciación en la que sigue sumida la Generalitat, pero encaja en el marco de la respuesta que las autoridades europeas y españolas han decidido dar para hacer frente a la crisis: el entierro de la austeridad y una política de gasto expansiva para cubrir las necesidades sociales y tratar de evitar que la economía entre en coma.

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ya anunció antes del verano que, contra pronóstico, 2021 sería un presupuesto expansivo y que habría una ampliación de gasto para hacer frente a las demandas sociales.

Más techo de gasto

El compromiso del jefe del Consell ha sido posible en buena medida gracias a la ampliación por parte del Gobierno del techo de gasto y los objetivos de déficit (pasan al 2,2%), pero también porque este presupuesto incorpora ya la inercia de un gasto para hacer frente al covid-19 que ya en marzo hizo saltar por los aires el presupuesto en vigor.

Dicho de otro modo, aunque técnicamente el punto de referencia serán las cuentas públicas aprobadas hace un año, las próximas parten de una realidad bien distinta a la de hace un año. Además, el presupuesto nace maniatado por la epidemia, ya que la mayoría de los recursos van destinado a hacerle frente. Así, por ejemplo, el capítulo 1, uno de los más importantes, crece ya que, al margen del incremento del 0,9% pactado para el funcionariado por el Gobierno de Pedro Sánchez y que aparece en los presupuestos generales del Estado, ha de afrontar el pago de más nóminas: la contratación de personal sanitario y docente queda plasmada en el documento.

Además, Hacienda afirma que los compromisos incluidos en los acuerdos de reconstrucción tienen que tener reflejo, así como los anuncios del presidente Puig durante el debate del estado de la Comunidad y que están ligados a la financiación europea.

Fuentes de la Generalitat apuntan que será una expansión potente, pero con el propósito de no descuadrar las cuentas a largo plazo.

Fijado el gasto, la pelea sobre como repartirlo continúa, ya que Compromís aprieta para que este incremento se plasme en partidas que consideran claves y que están bajo su influencia, como es el área de servicios sociales y la económica. Es casi ya una tradición que este tira y afloja se estire hasta la víspera del pleno del Consell que debe aprobar el documento económico (el próximo viernes). En el PSPV y en Compromís se da por hecho que las cuentas no se cerrarán hasta última hora.

Desde los inicios del Pacte del Botànic, la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, ha estirado la negociación hasta el último momento para conseguir incrementos en su Conselleria. El pulso se repite este año.

REGRESA EL VOTO TELEMÁTICO A LAS CORTES A PESAR DE LAS MAMPARAS


La inversión de 12.000 euros en mamparas de protección contra el virus instaladas hace dos semanas en las Cortes no han servido de mucho al volver a activarse el estado de alarma y detectarse dentro del parlamento valenciano 80 casos de covid entre afectados y contactos. Desde hoy, cualquier diputado que lo pida puede evitar el trabajo presencial y hacer uso del voto telemático para «minimizar los riesgos» de la pandemia, informa J.M.Caturla.