Ni poder valenciano ni obra pública para salir de la crisis económica en la que nos ha sumido el covid. Decepción es lo que define el hecho de conocer las inversiones previstas en la provincia de Alicante por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que dirige el ministro valenciano José Luis Ábalos, en los Presupuestos Generales del Estado para 2021. El Ministerio manejará, por ejemplo, una partida de 178 millones de euros para carreteras en la Comunidad Valenciana, pero solo unos 60 millones serán para Alicante, con ningún proyecto nuevo y con cantidades similares a las de los fallidos presupuestos de 2019.

A esto se suma que el Gobierno vuelve a olvidarse de infraestructuras ferroviarias clave como el Tren de la Costa (60.000 euros), la necesaria modernización de las cercanías ferroviarias con Elche y Murcia, y, un año más y como sucedía con los gobiernos de Mariano Rajoy, sigue sin partida económica el proyecto para llevar el tren al aeropuerto, que continúa en fase de estudio y solo recibe 109.000 euros.

El puerto de Alicante -fondos propios además- figura en los Presupuestos Generales con 5,6 millones de euros en los muelles y Adif manejará 93 millones de euros para obras de Alta Velocidad, pero sin especificar en qué proyectos. Donde sí habrá riñón económico, a través del ente Enaire, será en el aeropuerto de Alicante-Elche, con 23 millones de euros para obras de mejora del drenaje, campo de vuelos y mantenimiento.

Pero, en cuanto a las carreteras, la gran asignatura pendiente del Gobierno central en Alicante, la inversión se centrará en las dos únicas obras en marcha: la variante de Benissa y la remodelación de la N-338, que conecta el aeropuerto con la circunvalación de Alicante y la N-332. Las obras de la primera recibirán una inyección de 13,6 millones de euros, y los nuevos accesos viarios al aeropuerto 3,7 millones de euros. A partir de ahí, 10,4 millones se van para pagar los trabajos de la terminada conexión de la A-31 con la A-35 en Font de la Figuera, y dos millones de euros (los mismos que había consignados en 2019), para la construcción de un tercer carril en la A-7, entre Crevillent y Orihuela. Tras quedar descartado que la obra la ejecutara la iniciativa privada, de momento el Ministerio de Fomento deja el proyecto en la construcción de un tercer carril entre Crevillent y Orihuela. Una iniciativa presupuestada en 11,2 millones de euros para la que, no obstante, de momento solo hay consignados dos millones de euros para 2021, dejando el grueso de la obra (9,2 millones de euros) para 2022.

A partir de ahí, trescientos mil euros (cien mil en cada vía) serán para la mejora del acceso a la Universidad de Alicante desde la A-70, cuando hace un año se habían presupuestado 400.000 euros; la Ronda Sur de Elche, y la mejora de la capacidad de la variante norte de La Vila y Benidorm. Seis millones de euros se lleva, a cargo de la sociedad Seittsa, la circunvalación de peaje de Alicante, pero solo para mantenimiento. Otro tajo recibe la duplicación de la variante de Torrevieja, que pasa de una inversión de 400.000 euros en las cuentas presentadas en 2019 a cien mil euros.

Han desaparecido los 19 millones de euros para la adecuación de los túneles de sus carreteras (Villena y Sant Joan, entre otros) a la nueva normativa. Significativo es el caso del túnel de Sant Joan situado en la autovía A-70, que tiene que afrontar su primera gran obra. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha adjudicado recientemente el proyecto de adecuación a la empresa Acciona con un presupuesto de 22 millones de euros que, sin embargo, no está consignado. Un total de 22 empresas presentaron ofertas para encargarse del proyecto necesario. Sesenta mil vehículos pasan todos los días por el túnel.