Compromís trata de hacerse un hueco en la polémica por el Fondo de Cooperación entre la Generalitat y la Diputación de Alicante, y lo hace tratando de jugar un papel moderador. A sabiendas del enfrentamiento entre el PP y el PSPV y la importancia del posicionamiento de Ciudadanos, la coalición ha impulsado una estrategia para tratar de ganar mayor visibilidad.

La propuesta consiste en solicitar que la institución provincial entre paulatinamente en el reparto de inversiones del Consell por el agravio comparativo entre los pueblos alicantinos frente a los de Castellón y Valencia. La coalición propone desbloquear la situación a partir de una entrada gradual y de flexibilidad en el modo de reparto. De esta forma, la Diputación participaría de forma parcial al 50% en el fondo, cuantificando la cifra en el presupuesto ordinario. La otra mitad la presupuestaría a través del remanente de tesorería. Según Compromís, esta medida tendría que implicar un compromiso de la Diputación de adaptar progresivamente los presupuestos en la entrada total al fondo.

En cuanto al debate del modo de reparto, «también es posible establecer un diálogo al respecto para incrementar las aportaciones del fondo a los pueblos de menor población», según argumenta la coalición. En cualquier caso y teniendo en cuenta la premura para aprobar los presupuestos, Compromís propone un modelo híbrido. La parte correspondiente del Fondo de Cooperación que se ubicaría en los presupuestos se repartiría con los criterios propios de la Generalitat que primen más a los municipios con mayor población y la segunda parte se repartiría con los criterios que ha usado la Diputación hasta el año 2019. Según afirmó ayer el portavoz, Gerard Fullana «como diputado de Compromís llevo más de cinco años escuchando excusas para no entrar en el Fondo de Cooperación. Tratamos de hacer una acción de responsabilidad, intentar escuchar a las diferentes partes y hacer una propuesta que haga posible la entrada por primera vez de la Diputación».