Liberado en buena medida de los corsés que imponía la austeridad, el Consell encara 2021 con el mayor presupuesto de su historia y un horizonte de gasto público sin precedentes gracias a las inyecciones extraordinarias de Madrid y Bruselas para combatir los efectos de la pandemia. Pero la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) ha arrojado un poco de agua fría sobre las previsiones autonómicas. Su último informe alerta del peligro de que la deuda y el déficit se disparen si la Comunidad Valenciana se relaja en el «control férreo» del pasivo y se instala en un espejismo que podría convertirse en pesadilla financiera a partir de 2022 como consecuencia del previsible desplome de ingresos

Según las estimaciones del organismo, dentro de dos años la Generalitat podría disponer de un 11% menos de recursos procedentes del sistema de financiación autonómico por la liquidación negativa de las entregas a cuenta, que obligaría a las comunidades a tener que devolver al Estado 5.000 millones de euros, a raíz del declive de la actividad económica. De esa forma, si el Gobierno no avanza en la reforma del modelo o no mantiene las transferencias excepcionales se producirá un «deterioro importante del saldo fiscal» que aumentará de manera significativa riesgo de sostenibilidad financiera en las arcas regionales. 

El último informe de la llamada «policía fiscal» pronostica que la Comunidad liderará el crecimiento del endeudamiento y se situará a la cabeza de España en números rojos al cierre de 2021. El organismo estima un déficit del 2,3 % -tres veces por encima de la media autonómica y superior a la tasa de referencia marcada por el Gobierno- y una ratio de endeudamiento que podría alcanzar el 46,9% del PIB, una cifra 20 puntos por arriba del promedio de las comunidades y un 4,9 % más alta que la de 2019. La Airef advierte de que harían falta dos décadas solo para regresar al nivel de deuda del 52 % del PIB previo a la crisis del coronavirus.  

En ese contexto, el informe observa que la dependencia de la Comunidad de los mecanismos extraordinarios de financiación es «muy elevada» y avisa del peligro de mantener de forma sostenida en el tiempo el actual ritmo de crecimiento el gasto.

En la Conselleria de Hacienda insisten en que el liderazgo en materia de déficit responde a que la valenciana es la comunidad peor financiada de España, puesto que sigue por debajo de la media autonómica en gasto por habitante. No es por tanto un problema de exceso de inversión, sino de falta de ingresos. Las mismas fuentes  confían en que los compromisos anunciados por el Gobierno compensen las previsiones.