Los 31 diputados y diputadas que conforman el pleno de la Diputación de Alicante seguirán percibiendo la misma nómina durante el próximo ejercicio. Ni más, ni menos. La institución provincial presidida por Carlos Mazón (Partido Popular) -que gobierna en coalición con Ciudadanos- ha decidido frenar la subida de sueldos del 0,9% anunciada por el Gobierno central y ha impulsado un acuerdo con los portavoces del PSOE y Compromís, en la oposición, para que la medida de ahorro salga adelante contando con su respaldo. Ayer mismo, los dos grupos de izquierdas mostraron su conformidad al respecto.

La congelación de las retribuciones de los cargos públicos integrados en la Diputación afectará tanto a los políticos como al personal de confianza contratado a discreción de los partidos, es decir, a los asesores.

«Ante la situación económica generada por la pandemia, los grupos del equipo de gobierno, PP y Cs, hemos acordado que se renuncie el próximo año a este incremento salarial previsto para los empleados públicos», anunció ayer Mazón.

Para hacer efectiva la renuncia a la subida de sueldos, la Diputación ha iniciado ya los trámites legales necesarios para evitar el incremento en la partida anual que recoge los gastos de personal. No obstante, la subida de sueldos sí se seguirá aplicando a todo el cuerpo de funcionarios que trabajan en la Diputación.

El presidente Mazón tratará de alcanzar un pacto con la oposición para aprobar los presupuestos de 2021

«Es un gesto»

«Es una propuesta que nos parece bien, es conveniente que haya una contención del gasto en salarios en este contexto de crisis. Se deben priorizar gastos más importantes. La medida no va a solucionar demasiado, pero es un gesto», dijo ayer el portavoz socialista, Toni Francés, que apuntó, además, que las retribuciones anuales suman algo más de tres millones de euros. Por su parte, el portavoz de Compromís, Gerard Fullana, aseguró que ese incremento salarial es algo «que ni me había planteado». «Los sueldos ya son lo suficientemente generosos, con una media de 65.000 euros al año. Son muy altos, y subirlos ahora sería una frivolidad», añadió.

El presidente de la institución provincial; el diputado de Economía, Eduardo Dolón; y el diputado de Infraestructuras, Javier Gutiérrez, vienen manteniendo desde hace semanas distintos encuentros con los portavoces de la oposición para avanzar en las negociaciones de cara a la aprobación del presupuesto de la Diputación de Alicante para 2021. Estas reuniones, explican desde el equipo de gobierno, responden a la voluntad mostrada por todos los grupos políticos de alcanzar acuerdos para impulsar las cuentas del próximo año, orientadas principalmente a hacer frente a la crisis sanitaria, económica y social provocada por el covid-19. Una crisis que, en Alicante, está siendo especialmente grave debido al bloqueo de la actividad turística, las restricciones a la movilidad y la parálisis que viene sufriendo el sector vinculado a los servicios desde principios de marzo.

Fuentes del entorno de Mazón aseguraron ayer que hay «buenas sensaciones de diálogo» tanto con el portavoz del PSOE como con el de Compromís, para alcanzar acuerdos en materia presupuestaria. «Estamos trabajando para un pacto global. Igual que se hizo con Ximo Puig firmando el pacto para la reconstrucción, aunque no se compartía al cien por cien», subrayaron las mismas fuentes.