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Entrevista a Antonio Alonso, coordinador de la Oficina del Plan Vega Renhace

Antonio Alonso: «Lo que voy a intentar por todos los medios es que la Vega Baja no sea un tablero político»

Su principal cometido es evitar que el trabajo realizado en los últimos meses para relanzar la zona tras los estragos de la DANA, a lo que se suma ahora el covid, acabe en un cajón como otros tantos planes anteriores. Su talante dialogante y su trayectoria son un aval para lograr consensos, aunque fácil no parece que lo vaya a tener.

Antonio Alonso, en las instalaciones de INFORMACIÓN en Alicante esta semana.

Antonio Alonso es el nuevo «delegado» en la Vega Baja del jefe del Consell, Ximo Puig.

De comisionado en la Vega Baja a asesor de Presidencia en la comarca. ¿A qué responde ese cambio, además, retribuido?

El cargo de comisionado no era a tiempo completo. La figura del comisionado, tanto en el caso de Jorge Olcina como en el mío, se crea para coordinar el Plan Renhace, pero sin dedicación exclusiva. A partir de ahora, Jorge Olcina va a seguir como comisionado y yo doy un paso al frente para hacerme cargo de la dirección del Renhace.

No han pasado ni tres semanas desde su nombramiento y el PP ya ha pedido su dimisión porque alega que dos tercios de las inversiones anunciadas por Ximo Puig para el Renhace en 2021 ya existían antes en otras partidas...

Sobre eso no tengo nada que decir, salvo que, posiblemente, haya sido un fallo nuestro no haber sabido explicar muy bien qué es el Renhace. Como director del Plan Renhace y de su ejecución, tengo un cargo de gestión, no un cargo político, y lo que quiero es que se pongan en marcha proyectos en la Vega Baja. Me da igual de dónde vengan los fondos. El debate sobre partidas presupuestarias es un tema de los políticos en el que no voy a entrar.

¿Y qué es el Renhace?

El Renhace es una reivindicación histórica de la Vega Baja. Siempre se pedía cercanía de la Generalitat con la Vega Baja. El Renhace, en este sentido, supone la creación de una oficina, que tampoco es una delegación del Gobierno, y es un impulsor de ideas, un aglutinador de consensos y un motor de búsqueda de soluciones a los enormes problemas que tiene la Vega. Hay que tener una perspectiva a corto plazo, pero también a medio y largo plazo para saber qué hacer en una comarca que tiene un potencial enorme. De hecho, ha sido una apuesta muy importante del presidente de la Generalitat, porque es el primero que crea una oficina, y también por la apuesta que hace por el organigrama del Renhace, poniendo al frente inicialmente como comisionados a dos personas no adscritas a su equipo ni a su partido, y luego poniéndome a mí como director. Además, el Renhace esta participando muy activamente en el Plan de Acción Territorial de la Vega Baja, que será el marco en el que se tendrá que mover el futuro, y es el primer proyecto con participación directa de ciudadanos, organizaciones y colectivos de la Vega.

Tiene un perfil más cercano a la centroderecha, ocupó el puesto número 8 en las listas de Ciudadanos al Congreso y su padre fue un destacado dirigente de Alianza Popular primero y del PP después. ¿Esa trayectoria es un aval o puede ser un lastre?

No voy a renegar ni de mis orígenes ni de la afiliación de mi padre. Empresarialmente y en las organizaciones empresariales lo he dado todo, desde los años ochenta, cuando fundé Jóvenes Empresarios con Pepe Barroso. Me he separado del mundo empresarial y creo que ahora es cuando durante unos años puedo devolver lo que la sociedad me ha dado a una comarca que me encanta y en la que siempre he vivido. En este sentido, las críticas que se me están haciendo giran sobre si soy de un partido o de otro. No soy de ningún partido. Milité durante tres meses en Ciudadanos, y es verdad que por trayectoria familiar se me ha relacionado mucho con el PP, y tengo grandísimos amigos, pero como tengo en Ciudadanos o en Izquierda Unida. Por tanto, no voy a entrar en esas críticas, y tampoco creo que sea un lastre ni otra cosa.

Puig se ha volcado con la Vega Baja. Ahora bien, ¿qué hay de convicción y qué hay de estrategia electoral?

Lo que yo voy intentar por todos los medios, aunque sé que es difícil, es que la Vega Baja no se convierta en un tablero político. Quien lo quiera allá él, porque, además, se equivoca. La población está cansada y quiere ver hechos. Llevamos años y años planteando reivindicaciones tanto de un lado como de otro, y esto no es cuestión de que quién va más a la Vega más hace por la Vega. No porque vayas más haces más.

Un detalle de las manos durante la sesión fotográfica. Rafa Arjones

Entonces, ¿en el caso de Puig?

Los políticos siempre se mueven por estrategias. Sería absurdo e ingenuo por mi parte pensar que no la hay, pero yo no participo en ese juego, y el presidente no me lo ha dicho, o no hubiera aceptado. De hecho, se está constituyendo un consejo de personas clave en la Vega y tengo libertad absoluta para nombrarlo. Un comité muy bueno, con gente que esté a título personal.

En enero se inaugura la Oficina Vega Renhace. A efectos prácticos, ¿para qué va a servir?

Con esa oficina se ha creado mucha expectación, pero es una oficina humilde que va a tener una estructura integrada por dos o tres personas en el edificio Prop de la Generalitat. Se ha elegido Orihuela por el efecto capitalidad que ha ejercido, pero va a ser muy comarcal, y era un edificio que ya tenía la Generalitat. ¿Cuál va a ser su función? Poner el embrión por primera vez de una oficina de la Generalitat en la Vega Baja, para que el proyecto Vega Renhace no sea un libreto más que se mete en un cajón. Mi papel es dinamizar esto y que salga adelante.

¿Y no le preocupa que, con una pandemia de por medio, y pasada la efervescencia inicial, se quede todo en nada?

Mi trabajo va a ser ése: que no quede en un cajón. Entiendo que existe dolor en la gente por la DANA, por el covid... No ha sido el mejor momento para hacerlo. Por lo tanto, sigo pensando que ha sido una apuesta muy valiente no meter el Vega Renhace en un cajón con el covid. Estamos teniendo muchos problemas y vamos con cierto retraso, pero se han mantenido decenas de reuniones con todos los colectivos de la Vega Baja, hemos hablado con alcaldes... Es fundamental que los alcaldes se crean el proyecto, porque sin ellos y sin la Diputación es imposible que salga adelante. Todos los problemas están muy interrelacionados y todas las administraciones están involucradas.

¿Cómo se llega al diálogo en una comarca en la que el PP aún tiene tanto peso?

Tendrán que tener todos los alcaldes altura de miras, porque ningún problema se podrá solucionar si el anterior o el siguiente municipio no ponen de su parte. Todos tienen un municipio vecino que puede ser de otro color político y tendrán que ponerse de acuerdo. De todos modos, no creo que haya personalismos, porque se equivocarán, y cuando se entienda el Renhace y se vea que es una oficina para quedarse, esté el color político que esté en la Generalitat, habrá acuerdo. Voy a pedir la colaboración y creo que me la darán, igual que con la Diputación o la Federación de Municipios y Provincias.

La Confederación Hidrográfica del Segura también acaba de abrir una oficina en Orihuela. Sin embargo, ¿basta con eso?

En absoluto. La Confederación tiene un papel clave, aunque es cierto que depende del Estado, que lleva sus tiempos y sus ritmos. Puedo estar de acuerdo o no con esos ritmos, pero lo importante es que esté, y que esté en un momento de diálogo. Soy de Almoradí y la desgracia de Almoradí por la DANA fue por falta de mantenimiento del Segura, según han dicho los técnicos. La Confederación se queja de que le han ido recortando los presupuestos. No lo sé. No es suficiente poner una oficina, pero ya es un paso tener un interlocutor a 50 metros, y que haya voluntad de diálogo absoluto.

En menos de un año, DANA y pandemia. ¿Cuál es la situación en estos momentos?

Grave. Hay dolor, hartazgo, tristeza. La Vega se caracteriza por mucha pequeña y mediana empresa. Por suerte, y por lo que oigo, parece que la industria agroalimentaria y el sector agrícola, que son importantísimos en la comarca, se han salvado un poco de los efectos de la crisis del covid, con todo lo que conlleva en cuestiones de logística y demás. Sin embargo, la situación es grave. Siempre pongo el ejemplo de un restaurante que conozco que acababan de arreglarlo, le pilló la DANA, y, cuando volvieron a tenerlo todo arreglado, vino el covid y volvieron a cerrar, y situaciones de esas hay muchas en la Vega. Queremos salir, pero habrá que pelearlo mucho.

¿Qué parte de responsabilidad es de los políticos y qué parte es de la sociedad en el histórico abandono de la Vega Baja?

Hay colectivos, pero no sólo en la Vega, sino en todos los sitios, para los que su zona de confort es la tragedia. Son de la idea de que, si va mal, a mí me va bien. No obstante, creo que eso ya está pasado de moda. Siempre he peleado por que estuviéramos nosotros en las organizaciones empresariales, porque no van a venir a buscarte. Los políticos han tenido mucho que ver, pero nosotros también, y hay mucho reino de taifas. Aún así, las cosas están cambiando, y hay una nueva generación de políticos y de organizaciones, y, con ilusión, vamos a salir de ésta.

Antonio Alonso, tras la entrevista. rafa arjones

Estuvo en Coepa, en la Cámara,en la SGR y, además, en los años más duros. Visto lo visto, ¿qué es peor? ¿La política o las organizaciones empresariales?

Son iguales.

¿Por qué?

Porque todos tenemos el convencimiento de que lo nuestro es lo mejor, y no con mala fe. Todos pensamos que nuestro proyecto va a ser el mejor. Mi padre, que era un gran político, siempre me decía que ni blanco ni negro, sino los grises, porque, además, nosotros venimos del sector gráfico. Gris más claro o más oscuro, pero me decía que siempre me moviera en los grises. A veces se me achaca que es una postura que nunca está definida, pero todo lo contrario. Estoy muy definido, lo tengo muy claro, y el presidente lo sabe, y también mis amigos y mi familia. Mis opiniones políticas son mías, y en el Renhace quiero tener una asepsia política absoluta, pero teniendo claro que lealtad al presidente no es servilismo. Luego, he estado en organizaciones empresariales y siempre me he ido cuando me ha tocado irme. Nunca me han echado y nunca he salido por la puerta de atrás, y aquí pienso hacer lo mismo. Si me gustaría pedir a las administraciones locales, a la Diputación, a la Generalitat, al Estado y a Europa que pensemos en la Vega en positivo.

«Soy un ferviente defensor del trasvase y el Renhace está al cien por cien con el trasvase»

¿Cuándo podrían comenzar a ser realidad las actuaciones del Vega Renhace?

En el primer trimestre de 2021. La idea es presentar los primeros proyectos en enero al consejo asesor, y también a las consellerias y administraciones involucradas. No se puede lanzar un proyecto si va a afectar a un ayuntamiento, a una conselleria o la Confederación Hidrográfica y no hablar con ellos.

¿Y por dónde habría que empezar en cuanto a prioridades?

Se van a abordar varias áreas. La comarca es muy compleja porque nos une el Segura, que depende de la Confederación Hidrográfica. Además, el río viene de otra región, que es Murcia. Por tanto, es un proyecto muy complejo que afecta a las infraestructuras. Siempre sale como ejemplo la Rambla de Abanilla, que se puede encauzar, pero, ¿dónde se manda ese agua? Las infraestructuras son clave, como el desarrollo económico, la agricultura, el regadío...

Al hilo del regadío, ¿el Vega Renhace puede acabar condenando al trasvase?

El Plan Vega Renhace está cien por cien con el trasvase Tajo-Segura, y en las reuniones que he tenido con personas de la Generalitat, incluido el presidente, así se ha planteado. Incluso les he dicho que si no se está de acuerdo no voy a estar, porque soy un ferviente defensor del trasvase. En ningún momento a mí me han dicho que no se está a favor del trasvase. El Renhace dice, como proyecto de futuro, que cien por cien con el trasvase, pero que habrá que ir pensando en nuevas fórmulas de regadío, en nuevas plantas desalinizadoras, por si alguna vez el trasvase se acaba, pero no mañana ni pasado, sino a medio o largo plazo.

¿Y cómo se conjugan los intereses del turismo residencial y los ecologistas?

El turismo residencial es la locomotora de la Vega junto con la agricultura. Es clave y el Renhace lo va a defender a capa y espada. El turismo residencial sabe que hay cosas que ha hecho mal, pero el Renhace no viene a poner en tela de juicio lo que se ha hecho, que debe servirnos para aprender, y los más interesados en que el turismo residencial sea sostenible son las personas del sector. El ecologista del siglo XXI igual que el promotor del siglo XXI saben que ya no se puede renunciar a esta fuente de riqueza ni el turismo residencial puede hacer lo que le dé la gana. Tendrá que haber un consenso importante.

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