La federación valenciana de Podemos volvió a enfrascarse ayer en otra batalla interna de consecuencias imprevisibles. El golpe de mano protagonizado por la coordinadora autonómica Pilar Lima para desplazar a Naiara Davó como síndica parlamentaria, en la senda de ampliar al máximo su control del partido, abrió una crisis que tanto para la actual portavoz como para el vicepresidente segundo del Consell, Rubén Martínez Dalmau, puede poner en peligro la estabilidad del Botànic.
En el lado opuesto del cuadrilátero, la dirección de Podem negó el citado presagio, enmarcó el relevo dentro de la «normalidad» y defendió que el objetivo no es otro que reforzar el apoyo al Consell con «otro perfil político más contundente». La propuesta fue trasladada ayer por Lima al resto de diputados en la comisión de coordinación parlamentaria, aunque aún debe pasar por el Consejo Ciudadano que se celebra mañana. La abrumadora victoria de los afines a la coordinadora «pablista» en las recientes asambleas comarcales de la formación morada le ha proporcionado a esta una amplia mayoría en la ejecutiva autonómica.
La dirección defiende el movimiento por la necesidad de un perfil "más contundente" como portavoz
La reacción del sector que arropa a Davó tras el movimiento sorpresa de ayer fue acusar a la dirección de no respetar la promesa del partido de «tres patas» que Lima defendió reiteradamente durante la campaña de las primarias autonómicas de junio -en la que se enfrentaron las dos diputadas- bajo el prisma de una teórica división de funciones entre la coordinadora, la portavoz parlamentaria y el vicepresidente segundo del Consell. Además, Davó invocó el acuerdo alcanzado tras aquellas votaciones, en virtud del cual ésta seguiría como síndica con el apoyo de Lima, que de hecho fue nombrada portavoz adjunta en las Cortes hace escasamente dos meses en un paso que se interpretó como un intento de ganar visibilidad y reforzar su protagonismo dentro de la formación. Ahora, en cambio, la coordinadora ha propuesto a Davó pasar a un segundo plano y quedar como la portavoz adjunta.
¿Qué ha cambiado? Fuentes del entorno de Lima aseguran que la actual situación requiere de mayor contundencia política y quieren emular el papel que desempeña Pablo Iglesias en el Congreso.
La dura respuesta de la actual síndica tras conocer la decisión de apartarla levantó ampollas en la dirección autonómica. «Una facción ha decidido que me quiere expulsar de portavoz de Podem traicionando lo que votaron las inscritas en junio», aseguró Davó, para quien su relevo «responde a intereses particulares y personalistas» y supone «emprender una guerra interna suicida que solo beneficia a la derecha corrupta». La síndica advirtió que no permitirá que Unides Podem «acabe como Podemos en Galicia», donde los morados quedaron fuera del parlamento en los últimos comicios.
Mientras, el vicepresidente Martínez Dalmau no se quedó atrás con su nivel de reproches: tildó la decisión de «gran irresponsabilidad» y de «imposición» y vaticinó que, si finalmente se ejecuta mañana, «abrirá una crisis en el partido y el grupo parlamentario» que, a su juicio, pondría en peligro el Botànic. «En un contexto como el actual necesitamos centrar todos los esfuerzos de la organización en luchar contra la pandemia, todo lo demás denota una gran irresponsabilidad», remachó. La queja fue trasladada a Pablo Iglesias.
Una vez el Consejo Ciudadano de Podem apruebe el relevo de Davó, deberá ser refrendado por al menos cinco de los ochos diputados que componen el grupo parlamentario de Unides Podem.
