Los alcaldes de El Verger y Els Poblets, matrimonio y del PSPV, se han saltado el protocolo de vacunación que establece que los primeros grupos que tienen prioridad son los centros de mayores y personal sanitario y sociosanitario. Los socialistas Ximo Coll y Carolina Vives directamente se han colado y ya se han vacunado contra el covid pese a no ser sanitarios, no estar en un geriátrico, ni formar parte de ningún grupo de riesgo prioritario. Lo hicieron el viernes a las 15.30 horas en sus centros de salud junto al jefe de la Policía Local de El Verger y otros cuatro policías y guardias civiles.

Así lo confirmó a este diario el alcalde de El Verger, que, a la sazón, es el concejal de Servicios Sociales, Sanidad y Tercera Edad. Y todo, por si fuera poco, cuando se da la circunstancia de que este pueblo de la Marina Alta está sufriendo en estos momentos un brote en la residencia de ancianos. Ahora la incidencia acumulada en El Verger -4.700 censados- es de 754 casos positivos de covid por cada 100.000 habitantes, y, además, ya contabiliza un total de 14 muertos y 35 casos en los últimos 14 días. La incidencia en Els Poblets -2.800 censados- es de 111 con un muerto y tres casos en los últimos 14 días.

Las reiteradas quejas de los vecinos durante el fin de semana hicieron que el PP y Compromís pidieran explicaciones a Ximo Coll. Al preguntarle este jueves la portavoz del PP, en la junta de portavoces celebrada para abordar la situación sanitaria del municipio, si el rumor que se escuchaba era cierto, el primer edil confirmó que «sí» y no dudó en reconocer abiertamente a Adela Moncho (PP) y Basili Salor (Compromís) que para él «era lo más normal del mundo» teniendo en cuenta la cantidad de gente a la que atiende cada día.

El matrimonio de alcaldes, en el día de su boda. INFORMACIÓN

«Sobraban vacunas de los sanitarios»

Este diario se puso en contacto con Ximo Coll, quien confesó que, además de él, también su esposa, la alcaldesa de Els Poblets, Carolina Vives, se puso la primera dosis el pasado viernes porque «sobraban vacunas de los sanitarios». Además, se han vacunado el jefe de la Policía Local de El Verger y otros cuatro agentes y guardias civiles de los dos municipios, según la versión del propio alcalde.

En su opinión, la importancia de que él recibiera la vacuna se justifica por la gestión que realiza ante decenas de ciudadanos: «Yo soy el alcalde y desde marzo que entró el virus no he dejado de atender a gente. Llevo las áreas de Servicios Sociales, Tercera Edad y Sanidad, y todos los días voy al centro de salud a ver cómo está la situación. Estoy en relación constantemente con todos».

También explicó que el pasado viernes la directora del centro de salud le avisó de que sobraban siete dosis, pese a que las personas mayores del geriátrico todavía no han recibido la inmunización. «Yo no he pedido la vacuna en ningún momento», se defendía el alcalde, para agregar que «el viernes las sacaron del congelador para los sanitarios del centro de salud de El Verger y Els Poblets, y hubo varios profesionales que prefirieron esperar para no ser conejillos de indias. Sobraron siete vacunas y la directora del centro de salud me llamó. Yo soy fontanero-electricista y de todo esto no entiendo. Cuando la vacuna se saca del congelador se mezcla y dura seis horas, por lo que decidieron llamar también a la Policía Local y a la Guardia Civil para no tirarlas».

Vacunación

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Cabe recordar que el calendario de vacunaciones que establece el Ministerio de Sanidad no incluye a los cargos públicos institucionales, tales como alcaldes, en los grupos de riesgo prioritarios de la primera fase de vacunación. La decisión de los dos dirigentes socialistas causó este jueves un revuelo entre los partidos políticos. PP y Compromís criticaron que Coll y Vives se hayan atribuido esa prioridad frente a los sanitarios, maestros y profesores, personas mayores y también comerciantes. Numerosos cargos municipales, provinciales y autonómicos les acusaron de «falta de sensibilidad» con las personas más mayores y los grupos de riesgo de la localidad «al priorizarse él mismo y su mujer» para usar las dosis sobrantes del centro de salud de la localidad una vez había concluido el proceso de vacunación en su primera fase.

Por su parte, desde el PSPV quisieron poner paños calientes y, aunque reconocieron que fue «un error», hicieron hincapié en que «no hubo mala intención», en palabras del secretario de Organización, Jose Muñoz, y del secretario general en la provincia, José Chulvi, quienes descartaron, al menos de momento, la expulsión de los dos alcaldes por anticiparse y recibir las vacunas con las dosis destinadas a los sanitarios. No obstante, desde la Conselleria de Sanidad dejaron claro que abrirán una investigación.