El obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, recibió la vacuna anticovid el pasado día 8 de enero en la Casa Sacerdotal de Alicante. Así lo admitió el propio Obispado tras hacerse pública su vacunación. La dosis la recibió en la Casa Sacerdotal pese a que no es su residencia habitual, como marcan los protocolos de la Conselleria de Sanidad. Ese mismo día Sanidad tenía prevista la vacunación de los residentes de la Casa Sacerdotal, hogar de sacerdotes de la Diócesis con una planta especial para los curas asistidos y jubilados, algunos de ellos enfermos y de avanzada edad, por lo que se incluyeron en los grupos prioritarios ya que, además, se iguala a una residencia. El prelado reside a unos metros, en otro edificio, el de la residencia episcopal, sede del Obispado, por lo que tuvo que trasladarse hasta la Casa Sacerdotal para poder ponerse la vacuna.

La Conselleria de Sanidad ha abierto una investigación para aclarar si es uno de los casos de vacunaciones irregulares, aunque por el momento no había sido incluido en la lista de vacunados de manera irregular que elaboró y dio a conocer esta misma semana. Salud Pública será la que pida explicaciones al departamento del Hospital General de Alicante para conocer por qué se le administró la dosis y determinar si se hizo cuando no le tocaba.

La Diócesis defiende que comparte servicio médico con los curas que viven en el edificio donde se le administró la vacuna

A primera hora de la tarde de ayer, el Obispado emitía un comunicado en el que admitía la vacunación del obispo Murgui y justificaba que el prelado se hubiera puesto la primera dosis de Pfizer en que lo hizo junto a los sacerdotes vinculados con la Casa Sacerdotal que, incide, se encuentra próxima a la residencia episcopal y comparten servicio médico. Según el comunicado del Obispado, que firma el vicario general Vicente Martínez, Jesús Murgui «no ha buscado ningún trato de favor sanitario, sino que ha cumplido el protocolo prescrito, como en las demás situaciones sanitarias que ha vivido».

Jesús Murgui no ha recibido aún la segunda dosis necesaria para conseguir la inmunización contra el coronavirus

La vacunación del prelado se produjo el 8 de enero y Sanidad confirmó que ese mismo día fueron vacunados los sacerdotes de la Casa Sacerdotal, que recibieron la primera dosis de la vacuna. Murgui, que cumplirá 75 años en abril, como se encargó de recordar el comunicado, defendió que siempre se ha vacunado junto a los sacerdotes en campañas como la anual de la gripe.

Según la Diócesis, desde el año 2007, en que se inauguró el Obispado y la residencia episcopal, el obispo diocesano «ha estado vinculado sanitariamente a la Casa Sacerdotal por la proximidad entre ambos edificios». En aquel momento el obispo titular era Rafael Palmero. Desde que tomó posesión de la Diócesis, en septiembre de 2012, Jesús Murgui «ha heredado esta situación, de tal modo que su servicio médico es el común a todos los sacerdotes de la Casa Sacerdotal». Desde el Obispado confirmaron a INFORMACIÓN que el obispo tiene su residencia habitual en Alicante, en el palacio episcopal, que se sitúa muy cerca de la Casa Sacerdotal que dispone de hogar para sacerdotes de la Diócesis y cuenta, además, con capilla, sala de reuniones, salón de actos, piscina y parking exterior para coches. A pesar de su cercanía, son dos edificios diferentes y separados. Fuentes de la Diócesis de Orihuela-Alicante, por otro lado, aseguraron a este medio que Murgui no ha recibido la segunda dosis de la vacuna, necesaria para conseguir la inmunización contra el covid-19.

Brote y confinado

A finales de enero se detectó un brote de coronavirus, precisamente, en la Casa Sacerdotal, que mantuvo a los 35 curas residentes confinados. Cinco sacerdotes, entre ellos el obispo emérito de la diócesis de Orihuela-Alicante, Rafael Palmero, tuvieron que ser hospitalizados y un total de 17 de ellos dieron positivo en las pruebas PCR realizadas tras identificar el foco de contagio. Sanidad había suministrado la vacuna a todos los convivientes el viernes 8 de enero, y el 29 de ese mes estaba previsto que recibieran la segunda dosis. El Obispado explicó ayer que ante la sospecha de coronavirus en dichas instalaciones, «el señor Obispo fue convocado con todos los demás a hacerse una prueba PCR y ha estado confinado el tiempo que se ha señalado, como el resto de sacerdotes, siguiendo los protocolos sanitarios».

El obispo de Mallorca pidió perdón tras vacunarse

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Sebastià Taltavull también recibió la dosis en la Casa Sacerdotal de la capital balear pese a no residir allí

El obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, tuvo que pedir «perdón» por el malestar que, dijo, provocó su vacunación contra el covid-19 tras desvelarse que recibió la primera dosis el 5 de enero en la residencia Sant Pere i Sant Bernat de Palma de Mallorca, donde residen sacerdotes mayores y jubilados de la diócesis, pero no el prelado. Taltavull no vive en la residencia de curas ancianos pero se le incluyó en el plan de vacunación. Su caso tiene muchas similitudes con el del obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, quien se vacunó en la Casa Sacerdotal pese a no vivir allí, al compartir servicio médico, justificó. En el caso del obispo de Mallorca, admitió que tampoco vive en la residencia de curas ancianos pero que sí pasa «bastante tiempo y tiene contacto diario con el resto de usuarios» y «se le considera uno más y tiene adjudicado un apartamento», explicaron, lo que no le salvó de pedir disculpas por su polémica vacunación. El prelado mallorquín recibió su segunda dosis el 27 de enero, y lo hizo a escondidas, para lo que durmió en la Casa sacerdotal para poder vacunarse sin tener que dar explicaciones, según publicó Diario de Mallorca, del mismo grupo editorial que INFORMACIÓN.