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La Comunidad mira de reojo a Cataluña

El resultado que deparen las urnas este domingo podría tener consecuencias a la hora de hacer un frente común en asuntos como la financiación o el Corredor y, especialmente, en el reposicionamiento de los partidos en esta autonomía

Una persona votando en una de las últimas citas con las urnas en la provincia de Alicante.

Una sociedad catalana profundamente dividida decidirá hoy su futuro, a expensas de que se pueda formar gobierno, en unas elecciones marcadas por el covid y en las que la movilización va a ser el factor determinante. Cataluña va a las urnas, pero con independencia de lo que allí suceda este domingo, si es o no posible una mayoría que ponga fin al «procés» o si seguirá la misma cantinela otra legislatura, los resultados también van a tener interpretación más allá de ese territorio y muy posiblemente tengan repercusión en la Comunidad Valenciana. Después de que el bipartidismo estallara por los aires, la clave es cómo se van a comportar en las urnas los partidos que están dando sustento a gobiernos locales, provinciales y autonómicos.

En lo que se refiere a la Comunidad, el resultado que deparen las urnas es importante desde distintos puntos de vista. A nivel estratégico, por la importancia que para este territorio tiene ir de la mano en asuntos como la financiación autonómica, el Corredor Mediterráneo o el dumping fiscal. Tener un aliado en las reclamaciones a Madrid daría más peso al discurso de la Generalitat. A nivel político, si se confirman los pronósticos de los sondeos, puede ser determinante para dar estabilidad a los gobiernos apoyados por Ciudadanos, como es el caso de la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante, o los que están respaldados por Unidas Podemos, como sucede con el Consell, por no hablar del Gobierno central. También del veredicto de los votantes dependerá el futuro que jugará Vox en su papel de muletilla del PP allí donde los populares no cuentan con mayoría suficiente para gobernar ni siquiera con el respaldo de Cs, como es de nuevo el caso de la ciudad de Alicante, donde el bipartito cuenta con 14 concejales y depende de la formación ultraderechista para sacar adelante sus principales propuestas.

Distintos escenarios

¿Cuáles son los escenarios que dibujan las encuestas? Desplome del PP y posible sorpasso de Vox, hundimiento de Ciudadanos, que se desangra por la izquierda y por la derecha, con socialistas y ultraderechistas como principal opción de sus votantes desertores, e irrelevancia absoluta de En Comú, marca blanca de Unidas Podemos en Cataluña, ante un PSC cada vez más fuerte. Si este domingo ese es el resultado y no otro, algunos de los partidos mencionados van a comenzar a sacar cuentas y analizar los escenarios que se abren a partir de ahora, teniendo en cuenta que quedan, en el mejor de los casos, poco más de dos años para las elecciones generales, autonómicas y municipales. Es decir, estamos en el ecuador de la legislatura y todas las formaciones quieren extraer conclusiones para buscar posiciones y llegar en las mejores condiciones posibles a su cita con las urnas.

En Ciudadanos hay mucho temor a un mal resultado en Cataluña por la señal que eso pueda mandar a sus cargos públicos, lo que se puede traducir en una pérdida de control de la dirección autonómica y en la transformación de Ciudadanos en una especie de ejército de Pancho Villa a la búsqueda de un futuro seguro. Los vaivenes que están dando en esta provincia en temas como el Fondo de Cooperación o las vacunaciones irregulares son un ejemplo de su incapacidad por dar valor a su posición. En la Diputación, por ejemplo, lideraron un discurso para apretar las tuercas al PP por la vacunación de Bernabé Cano. Una semana después, han terminado olvidando sus propias amenazas. Esta cita con las urnas puede suponer un nuevo (el enésimo) cambio de estrategia. Centrarse o volver a radicalizarse. En esta tesitura y, por lo que se refiere a los gobiernos apoyados por los naranja, es el PP el que está en mejores condiciones de prometer el jardín del edén a los cargos de Cs, lo que se traduciría en una consolidación del pacto de la Diputación y el del Ayuntamiento de Alicante. Ante su previsible caída, fuentes provinciales de la formación se escudan en que las circunstancias en las que se ha convocado a los votantes, en mitad de una pandemia y con una crisis económica galopante, hacen que el resultado no sea extrapolable al futuro del proyecto.

En el PP, donde dan por descontado el batacazo en las catalanas, están más preocupados por lo que haga Vox en el futuro que por el resultado en sí. Dirigentes de Vox han reconocido a este medio que si se produce el sorpasso, los de Abascal, que aún le guardan a Pablo Casado la venganza por no apoyar la moción de censura contra Pedro Sánchez, venderán muy caros sus votos. Está por ver si aprovechan cualquier ocasión para desestabilizar gobiernos locales donde son necesarios para articular mayorías, aunque estén fuera del gobierno.

Por último, un buen resultado del PSC y otro malo de En Comú, como prevén los sondeos, da alas a un Ximo Puig que contempla los dos años que le quedan de legislatura como una especie de vía crucis que puede llegar a empeorar conforme se vaya superando la pandemia y haya que hacer frente al desastre económico que ha dejado el covid. Los propios responsables del Botànic han evidenciado que sus diferencias internas no han llegado a su fin, algo que puede agravarse cuando comience la fase de los recortes. Cargos socialistas defienden que Puig está logrando sortear las consecuencias de la pandemia, aunque prefieren guardar silencio sobre la posibilidad de romper la baraja y apostar por gobernar en solitario, para distanciarse de Unidas Podemos y de Compromís, con el fin de poner la proa en dirección al caladero de votos de Ciudadanos.

Teatros, mercados e iglesias: así se vota durante el 14-F

Muchos catalanes tendrán que votar en plateas de teatros, en mercados municipales, entre los bancos de iglesias, en canchas de baloncesto de pabellones polideportivos y hasta en hoteles: es otra de las singularidades del 14-F en unas elecciones marcadas por el covid. Ocho mercados municipales de Barcelona, el estadio del Nástic de Tarragona, el pabellón Fontajau de Girona, la iglesia de Cardona o el teatro l’Escorxador de Lleida son algunos de estos edificios emblemáticos que hoy se convertirán en centros de votaciones.

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