El Bloc dará este sábado el pistoletazo de salida al proceso precongresual previo al cónclave del 26 y 27 de junio. El partido calienta motores para uno de los congresos más importantes de su historia, lo que remueve ya las aguas de la formación nacionalista. La comisión organizadora ha propuesto que, si no mejoran las condiciones sanitarias, el congreso se celebre con la fórmula de un delegado por cada cuatro militantes.
Pero entre las distintas corrientes internas surgen voces contrarias a la fórmula elegida por la comisión organizadora para abordar el proceso. Bloc i País, la corriente soberanista, ha registrado una propuesta en la que pide el voto de toda la militancia de forma telemática y rechaza la opción del voto por delegación. La otra corriente, denominada Més, el antiguo Bloc d’Esquerres i Sobiranista (BES), también considera que realizar un congreso por delegación es un paso atrás cuando se trata de un cónclave que prácticamente prevé la refundación del partido, por lo que abordará debates cruciales. Desde Més se considera que un proceso de este tipo no puede desvirtuarse con la participación en el congreso únicamente de los delegados.
Además, Bloc i País reclama que se elija lo más pronto posible a la nueva dirección del partido, que cuando se celebre el congreso el 26 y 27 de junio ya llevará un año en funciones después de la suspensión por el covid del que estaba previsto para junio del año pasado, pero por contra cree conveniente posponer el debate de las ponencias al momento en que mejore la situación sanitaria y desligar el debate político de la renovación de la dirección.
En este contexto, la comisión organizadora que dirige Elena López anuncia que la segunda semana de marzo se producirá la votación de la propuesta de cambio de nombre del partido. Bloc i País cree que es necesario más tiempo para un debate tan importante como el cambio de denominación y Més no comparte que se proponga el cambio en una votación telemática y sin tiempo para explicar y debatir la propuesta.
