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La factura del covid para el Consell: caen los tributos por tragaperras y bingos y se disparan los de las apuestas online

El bloqueo de la actividad económica por la pandemia reduce hasta un 15% los ingresos por tasas e impuestos gestionados por la Agencia Tributaria Valenciana

La recaudación por tasas sobre máquinas recreativas se ha reducido casi 28 millones en 2020. | PILAR CORTÉS

El severo impacto de la pandemia de coronavirus se ha visto reflejado, como no podía ser de otra forma, en las arcas de la Generalitat. El escenario de bloqueo impuesto por las restricciones y la modificación de hábitos sociales ha generado singulares alteraciones en las cuentas de la Agencia Tributaria Valenciana. Son variaciones que proyectan, precisamente, los cambios socioeconómicos acaecidos el pasado ejercicio, cuando se desplomó, por ejemplo, un 32% la recaudación de impuestos sobre el juego, especialmente en bingos y máquinas recreativas; mientras aumentó un 40% la vinculada a apuestas online. En términos globales, los ingresos de carácter impositivo gestionados por la Comunidad decrecieron el pasado año un 15%, lo que supone 272,5 millones de euros menos en comparación con 2019. En cualquier caso, un descenso menos acusado de lo previsto inicialmente en unos presupuestos, los autonómicos, que se han cerrado con un resultado positivo ajustado de 552 millones.

Las cifras aportadas por la Conselleria de Hacienda y Modelo Económico indican que en 2020, el año condicionado por la irrupción de la pandemia, la Agencia Tributaria Valenciana recaudó 1.534,5 millones de euros a través de los impuestos cedidos a la Administración autonómica, es decir, los gestionados de forma directa por la Generalitat. La fluctuación más destacada en términos porcentuales se registró en las tasas relacionadas con el juego en bingos, máquinas recreativas y casinos. Se trata de una actividad que generó ingresos por impuestos por valor de 108 millones de euros frente a los 159 del año anterior. Un balance que, sin duda, ha estado condicionado por el cese de actividad durante los meses del confinamiento absoluto y por las sucesivas limitaciones. Y lo mismo ha sucedido, según subraya la directora general de la Agencia Tributaria Valenciana, Sonia Díaz, con la caída de recaudación de impuestos indirectos como el de operaciones societarias (-11%); actos jurídicos documentados (-16%); y, fundamentalmente, de transmisiones patrimoniales (-18%). Este último, que incluye el gravamen sobre la compraventa de viviendas, es el que ha experimentado el mayor descenso: de 934 millones de recaudación en 2019 a 768 millones en 2020. Por consiguiente, el de actos jurídicos documentados, que grava, entre otras cuestiones, la formalización notarial de escrituras de hipotecas, también se ha desplomado, con una minoración de 45 millones.

Menor variación ha registrado, en cambio, el bloque que agrupa a los impuestos de sucesiones, donaciones y patrimonio, cuya recaudación ha caído siete millones de euros en su conjunto. No obstante, en el caso del tributo que grava las herencias (-1%), se prevé que durante 2021 se experimente un rebote al alza que se explica, también, por la pandemia. «Se han producido fallecimientos que en muchos casos devengan en impuesto de sucesiones cuya presentación se demora entre seis meses y un año, por lo que su impacto se verá reflejado este año. No es una buena noticia, pero es una realidad», recalca Díaz.

Por otro lado, los impuestos propios de la Generalitat, es decir, los aprobados directamente por la Comunidad, que son los de actividades que inciden en el medio ambiente y el de eliminación de residuos en vertederos, también han sufrido una merma del 15%, sumando en total 20 millones.

Aunque son 272,5 millones menos los recaudados este año en su conjunto, Sonia Díaz revela que las previsiones eran incluso más pesimistas. Al cierre del tercer trimestre del pasado año, detalla, la caída media de impuestos que gestiona la Generalitat se situaba en el 25%, y eso es algo que se extrapoló como previsión al presupuesto del Consell para 2021; si bien entre octubre y diciembre los datos experimentaron una mejora que permitió amortiguar las bajadas de los nueve primeros meses y cerrar el ejercicio con ese 15% de bajada recaudatoria.

La caja autonómica ingresa, además, otros tres tributos que, aunque son gestionados por el Estado, su rendimiento acaba en las cuentas de la Generalitat. Son impuestos que, de igual forma, han fluctuado en base a los cambios socioeconómicos derivados de la situación epidemiológica. Así lo explica el director general de Tributos y Juego, Rafael Beneyto, que indica que, a través del impuesto sobre el juego online, se ha elevado la recaudación de 13 a 18 millones en el último ejercicio. Y lo mismo ha ocurrido con el impuesto sobre depósitos de las entidades de crédito, que grava el ahorro en las cuentas bancarias y es asumido por las entidades financieras, que ha subido un 25%, alcanzando los 39 millones. En cambio, los ingresos por impuesto de matriculación de vehículos han caído un 22%, situándose en 2020 en 49 millones.

Beneyto añade que en 2021 han entrado en vigor dos nuevos impuestos propios de la Generalitat, uno que grava los tendidos de distribución eléctrica de las empresas energéticas, y otro que penaliza la falta de valorización de residuos en las plantas de tratamiento, si bien se está redactando uno similar a nivel estatal que anularía, en principio, el autonómico. En ninguno de los dos casos es posible todavía hacer previsiones de ingresos.

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