La dirección nacional de Ciudadanos (Cs) acordó este miércoles iniciar el procedimiento de expulsión del senador alicantino Emilio Argüeso, a quien acusa de ofrecer «prebendas» para potenciar el transfuguismo y le exige que deje el acta puesto que, desde ese momento, ha dejado de ser militante de la formación naranja. La ofensiva lanzada por Inés Arrimadas contra el que fuera secretario de Organización en la Comunidad coge por sorpresa a la filial valenciana de Cs en un momento en el que el partido está descabezado por el portazo de Toni Cantó e inmerso en batalla por el control del grupo parlamentario, donde el senador cuenta con mayoría en estos momentos. No obstante, todavía no está todo dicho, al menos no para el propio Argüeso. El senador aseveró, tras conocerse su expulsión, que la maniobra de la cúpula nacional responde a una «venganza» por su afinidad con Fran Hervías, exsecretario de Organización de Cs que ha dado el salto al PP, y defendió que no se le ha notificado la incoación de un expediente, por lo que, a su juicio, no se le puede expulsar.
La dirección de Cs fundamenta esta radical decisión que agita todavía más el tablero político en la Comunidad en que Argüeso ha podido incumplir los estatutos del partido. Sostienen que, recientemente, en canales de comunicación institucionales del Senado, ha realizado manifestaciones públicas con voluntad de «infligir un daño relevante» a los intereses y a la imagen tanto del partido como del conjunto de los afiliados. El partido le achaca igualmente otra infracción de carácter «muy grave» al haber ofrecido, según sostienen, prebendas a cargos y afiliados con tal de que abandonaran la formación y pasaran a ser tránsfugas. La normativa interna del partido, según los de Arrimadas, deja muy claro que se sancionará el hecho de «incurrir en cualquier forma de corrupción en el ejercicio de responsabilidades institucionales o cargos orgánicos». Por todo ello, Cs ha dispuesto la suspensión de la condición de afiliado a Emilio Argüeso, ya que, «para la formación liberal, los principios e ideario del partido son unas normas compartidas por todos y cada uno de los afiliados del proyecto, y que aplican en igualdad de condiciones a todos ellos», según expresaron ayer a través de un comunicado.
Desde la cúpula de Cs recalcaron que la suspensión de militancia lleva consigo la obligación de abandonar su acta de senador, tal y como se comprometió Argüeso por escrito en la carta ética que firmó antes de ser elegido cargo público, según establecen los estatutos del partido. En todo caso, desde la formación afirman que Argüeso tiene garantizados sus derechos como afiliado, por lo que podrá presentar alegaciones e interponer recursos ante el órgano de garantías. Sin embargo, el senador Argüeso lamenta que esta noticia no es más que una «venganza» de la dirección que lidera Arrimadas por ser una de las personas afines a Fran Hervías, y defiende que no ha estado implicado en la moción de censura de Murcia y en las conversaciones con los tránsfugas para seguir manteniendo en la presidencia de la región al popular Fernando López Miras.
El mensaje de la discordia
Emilio Argüeso, además, dio a conocer este miércoles por la tarde un WhatsApp que mandó al grupo de senadores de la formación cuando Hervías se estaba despidiendo, en el que decía: «Fran (en referencia a Fran Hervías) has sido y sigues siendo mi jefe, estoy hasta las pelotas de tanto idiota y yo también medito lo que voy a hacer, fundamentalmente porque soy funcionario y ya lo de dejarse violar es muy escandaloso». En su opinión, este ha sido el mensaje que ha molestado a la dirección y que ha motivado lo que considera un intento de expulsión: «Cuando Fran Hervías dijo que se iba, yo mandé ese mensaje y ahora están intentando vengarse por eso. Nadie tiene ninguna prueba sobre el hecho de que yo haya tenido algún contacto con la moción de Murcia. Invito a la dirección y a cualquiera que tenga esta información a que la saque, porque me han metido de por medio cuando ha sido un error. Esto no tiene ningún sentido», trasladó ayer a este diario. Emilio Argüeso se mostró molesto con la dirección y subrayó que Inés Arrimadas está arrinconada. Está por ver si la maniobra de la cúpula de Ciudadanos de apartar a uno de los militantes con más peso en la Comunidad trae consecuencias en un momento en el que las deserciones con la vista puesta en el PP y las amenazas de abandono se empiezan a multiplicar por todo el país.
Toni Cantó: De aliado de Ximo Puig a látigo de la izquierda
El exlíder de Cs no descarta hacer campaña por Ayuso y dice que buscará mover el voto contra el PSOE
Anunció que dejaba todos sus cargos, que no creía en el proyecto de Arrimadas y que la política le había decepcionado. Aseguró que se alejaría de la actividad parlamentaria para retomar su carrera como actor, y cuando no habían transcurrido ni 24 horas de esas declaraciones, protagonizó un nuevo giro de guion para desdecirse, una vez más. Y en esas, el ya excoordinador de Cs en la Comunidad Valenciana dijo ayer que no descarta hacer campaña por la popular Díaz Ayuso en Madrid. Incluso, que participará de forma activa para convencer a los votantes de que no voten al PSOE. Al mismo socialismo con el que hace pocos meses se sentaba a negociar unos presupuestos en la Comunidad Valenciana para después, en un nuevo cambio de estrategia, acusarle de todos los males habidos y por haber en territorio autonómico. La cruzada de la nueva versión de Cantó, la que repudia a Arrimadas y su séquito, se centrará ahora en «impedir que la Comunidad de Madrid caiga en manos del socialismo y del comunismo». Su misión pasará por evitar «que les frían a impuestos o les hagan cerrar su negocio». Por ello, en una entrevista en esRadio, recogida por Europa Press, advirtió: «Me voy a dedicar a hacer campaña activa. Por lo pronto, estaré en mis redes, en los medios que me inviten o donde sea para recordar la gente lo que ha dicho el PSOE en la Comunidad Valenciana», en referencia a la gestión económica del Botànic. Si hará eso o lo contrario nadie lo sabe. A ver qué dice hoy.
