La integración en una lista única de las dos principales aspirantes a liderar el PP en la provincia de Castelló ha allanado el camino a la candidata arropada por la dirección nacional de Pablo Casado. La alcaldesa de la Vall d’Alba, Marta Barrachina, se convertirá con seguridad en la nueva baronesa popular castellonense después de integrar en su candidatura a la que iba a ser su principal rival en el congreso de mayo, la también alcaldesa Carmina Ballester, más próxima a Isabel Bonig y al hasta ahora líder provincial, Miguel Barrachina.
La operación supone un nuevo éxito en la estrategia desplegada por Génova para reforzar su control sobre la organización valenciana, a tiempo que arrincona un poco más a Bonig y complica las opciones de la presidenta del PPCV de revalidar el cargo en el futuro cónclave autonómico. Tras la renovación de las cúpulas provinciales de València y Alicante, donde la dirección nacional ya consiguió situar a sus candidatos predilectos, Castelló era el único dique de contención que conservaba Bonig para frenar el avance de sus adversarios ante una posible guerra por el mando regional en la que algunas voces sitúan al dirigente alicantino Carlos Mazón como el mejor posicionado.
La salida de Miguel Barrachina ha dejado a Bonig sin el único barón provincial aliado a sus tesis. Carmina Ballester, la aspirante más afín a suceder a éste último, ha decidido finalmente evitar la pugna con la dirección nacional para enterrar el hacha de guerra e integrarse en la candidatura de Marta Barrachina, cuyo perfil joven cuadra más con lo que está buscando Génova. Esta contaba con los apoyos de los senadores Alberto Fabra y Salomé Prados, así como el de Begoña Carrasco, portavoz del PP en Castelló.
