Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La reversión del departamento de salud de Torrevieja abre una brecha en el Botànic

Unides Podem agita el debate contra la propuesta del PSPV de crear una empresa pública para gestionar el área que Ribera Salud explota en concesión y amenazan con tumbar la propuesta, mientras Sanidad defiende que es lo más garantista

Trabajadores y miembros del comité del Hospital de Torrevieja dan la espalda a Barceló al anunciar la reversión, en octubre de 2020. | TONY SEVILLA

A cinco meses vista de que el Botànic ejecute la reversión del departamento de salud de Torrevieja, con la vuelta a la gestión pública directa, la coalición de izquierdas se encuentra dividida sobre la fórmula para impulsar este proceso. En las filas de Unides Podem no quieren ni oír hablar de la propuesta del PSPV de crear una empresa pública que asuma las riendas en este área sanitaria, en manos ahora de Ribera Salud. Los morados están convencidos de que ha llegado el momento de marcar perfil político propio en un asunto que consideran clave y plantarán batalla a sus socios. Lo harán agitando el debate tanto en sede parlamentaria como en la sociedad. Persiguen que la plantilla de Torrevieja pase a depender de forma directa de la Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública, sin sociedades mercantiles de por medio. En última instancia, advierten que están dispuestos a bloquear la iniciativa de Ana Barceló e impedir que llegue a las Cortes, lo que supone todo un desafío hacia los de Ximo Puig.

La publicación de una resolución firmada por la consellera del ramo que inicia el procedimiento para elaborar un decreto-ley para crear una empresa pública que, según el documento, serviría para gestionar servicios sanitarios que se incorporen por reversión al ámbito de la Generalitat ha sido el detonante para que Unides Podem haya decidido pasar de las palabras a los hechos. Aseguran que conocieron este extremo a través de los medios de comunicación, lo que se significa que ni los socialistas como partido ni la conselleria como institución les informaron previamente de sus intenciones. Ello a pesar de que, a priori, Barceló necesita su apoyo y el de Compromís para poder implantar ese modelo.

Lo que defienden desde la agrupación que lidera Pilar Lima como síndica es que el acuerdo del gobierno del tripartito valenciano contemplaba devolver a la gestión pública la concesión de este departamento, que da servicio a 160.000 vecinos de diez municipios de la Vega, y asumir los 1.300 empleados de igual forma que se hizo previamente en La Ribera, donde los trabajadores se integraron como personal laboral fijo ligado directamente a Sanidad. Llegados a este punto, desde Unidas Podem no han dudado en airear sus diferencias con el PSPV y este mismo viernes mantendrán un encuentro con el comité de empresa del Hospital de Torrevieja para trasladarles su apoyo en sus reivindicaciones, que pasan igualmente por rechazar la gestión de todo un departamento a través de una empresa pública; un modelo hasta ahora inexplorado en la sanidad valenciana. «Si el decreto-ley llega a la reunión de consellers, votaremos en contra», aseveran desde Podem.

Compromís, por su parte, también ha organizado reuniones con los comités de empresa de los centros hospitalarios de Torrevieja, Vinalopó y Dénia para escuchar sus reivindicaciones y analizar qué hándicaps presenta cada posible modelo para ejecutar las reversiones. «Somos más partidarios de que se haga como en La Ribera, pero allí también está habiendo quejas de los empleados», señala Aitana Mas.

Mientras tanto, desde la Conselleria de Sanidad, intentan reducir el clima de tensión y admiten que, en última instancia, los socios botánicos tendrán que negociar un acuerdo. Apuntan que ejecutar la reversión bajo el paraguas de una empresa pública sería lo más garantista para los empleados. Argumentan que, cuando dependen directamente de Sanidad, ocupan plazas que la Administración tarde o temprano acabará sacando a concurso, por lo que podrían perder sus puestos fijos. Y eso es algo que, subrayan, no ocurriría a través de una figura societaria, que podría gestionar la relación laboral con los trabajadores y también la compra de materiales y aparatología para el departamento. De hecho, lo que se baraja es que, si sale adelante la propuesta, también la plantilla de La Ribera pase a depender de esa empresa. Insisten, eso sí, que en que en ningún caso serían trabajadores públicos, porque esa condición solo se adquiere con el pertinente proceso de concurso-oposición, por el que no ha pasado gran parte de la plantilla de Torrevieja.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats