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Isabel Bonig renuncia al escaño y facilita el despegue del proyecto de Mazón en las Cortes Valencianas

La presidenta del PPCV deja todos los cargos por no disponer de la confianza de la dirección nacional del PP y pide perdón por la reprobación a Rita Barberá

Bonig: "Dejo el acta de diputada a mi pesar".

La presidenta del Partido Popular de la Comunidad Valenciana (PPCV), Isabel Bonig, ha anunciado este jueves que deja el cargo de síndica del grupo popular en las Cortes Valencianes y que renuncia también al acta de diputada autonómica. Bonig, que ha liderado el PPCV desde 2015, asegura que se marcha por no contar con la confianza de la actual dirección nacional de la formación de la gaviota, es decir, de Pablo Casado y de Teodoro García Egea, quienes han apostado por entronizar al alicantino Carlos Mazón como próximo líder regional. La renuncia de la hasta ahora lideresa despeja el camino al presidente de la Diputación, que previsiblemente será aclamado como nuevo jefe de los populares valencianos y que, con la salida de Bonig, podrá comenzar a tejer su proyecto en la Cámara autonómica marcando las líneas maestras de su acción política a través de sus colaboradores de confianza, puesto que carece de escaño.

En sus primeras declaraciones a los medios de comunicación tras conocerse el lunes que no optará a la reelección después de seis años al frente del PPCV, Bonig ha indicado que ha dado ese paso atrás a su "pesar", porque le habría gustado tener "una segunda oportunidad de recoger el fruto después de tanto trabajo". Así lo ha explicado en una comparecencia en la que se ha mostrado visiblemente emocionada ante lo que supone el ocaso de su liderazgo. Buena parte de sus compañeros de partido se han enterado esta decisión en directo, a través de la comparecencia retransmitida online, y no en la junta directiva que celebra esta tarde el PPCV. Lo ha hecho así, según señalan fuentes de su entorno, tras haber visto como sus más estrechos colaboradores no han salido a defender su liderazgo cuanto más aumentaba la presión de Génova para forzar su relevo.

Falta de confianza

"Me voy porque no cuento con la confianza de la actual dirección del PP", una renuncia que servirá, según ha subrayado, "para dejar paso a las personas que sí cuentan con el beneplácito de de Génova, para que tengan la misma oportunidad que yo tuve, la de luchar por la política como servicio público". A pesar de que, según reconoce, se marcha forzada por las circunstancias, asegura que no se arrepiente de "haber tomado las riendas del PP cuando nadie se atrevía y nadie quería". De esta forma, Bonig ha recordado que hace tan solo seis años, el proyecto popular se encontraba de capa caída, en buena parte por los numerosos casos de corrupción. Fueron años en los que vivió, ha remarcado, "el bochorno y la vergüenza" de la conducta de aquellos que "empañaron el trabajo de tantos cargos públicos del PP que han tenido que pagar por la conducta de algunos". Y aún así, ha dicho, siguió hacia adelante.

De lo que sí se arrepiente Bonig y ha pedido hoy públicamente perdón por ello, es de haber apoyado en las Cortes una reprobación a la que fuera alcaldesa de Valencia y santo y seña del PP en la Comunidad durante años, Rita Barberá. "Me equivoqué y pido perdón", ha dicho con la voz entrecortada y entre lágrimas.

"No pido ningún cargo"

La todavía presidenta del PPCV ha reconocido y agradecido a la dirección nacional del partido que le haya ofrecido un futuro en otros puestos, alejados en cualquier caso de la primera línea de la política valenciana, pero ha dejado claro que ella "no pide absolutamente nada". "Yo no entré en política por cargos, sino por convicción y principios, y he ido consiguiendo cargos porque han confiado en mí después de trabajar y de esforzarme". Con ello, ha considerado que ante situaciones como esta, a veces es mejor alejarse y reflexionar.

En sus palabras de despedida, Bonig ha recordado sus etapa como alcaldesa en La Vall D'Uixó, también ha tenido palabras de agradecimiento para su familiares y sus más estrechos colaboradores, y ha felicitado el éxito electoral cosechado por Isabel Díaz Ayuso agitando la bandera de la libertad, un lema que, según ha asegurado, ha venido ella misma abanderando desde que cogió las riendas del PPCC frente a un Botànic muy alejado de lo que, según ella, supone esa palabra.

Bonig ha dicho adiós hoy, tan solo unas horas antes de la reunión de la junta directiva en la que se convocará el congreso regional del partido para julio, pero asegura que conservará su carné de la formación. "Soy militante del PP y seguiré siendo militante", ha zanjado. Era, en cualquier caso, lo que todos esperaban de una mujer de partido, que acatara las órdenes de los superiores y se fuera sin dar un portazo demasiado sonoro.

Aplauso unánime en las Cortes Valencianas

La todavía síndica del PP en las Cortes, Isabel Bonig, ha cerrado la sesión plenaria de este jueves con unas emocionadas palabras de despedida en la tribuna de oradores que han recibido el aplauso de los diputados de todos los grupos parlamentarios puestos en pie.

Poco después de comunicar en rueda de prensa su renuncia al escaño de diputada y el abandono de la primera línea de la política, Bonig ha tomado por la última vez la palabra en el pleno para despedirse de la que ha sido su "casa" en los últimos seis años y asegurar que ha sido "un honor" ser parlamentaria.

Ha agradecido el apoyo del grupo popular en esta legislatura y media en la que ha estado al frente del principal grupo de la oposición, en los que ha asegurado que ha vivido momentos "muy duros", y se ha disculpado por si alguna vez se ha "pasado" en sus intervenciones, ya que es una persona "vehemente" y "pasional".

Bonig también ha dado las gracias a todos los grupos parlamentarios por la "cantidad de llamadas" que ha recibido estos días, e incluso ha bromeado con que casi está por pasarse a Compromís o el PSPV-PSOE, aunque ha aclarado que no lo hará: "Soy del PP hasta el final", ha aseverado.

Ha reivindicado que la discrepancia política no es motivo suficiente para no contribuir entre todos a construir "una puerta lo suficientemente grande" para que quepan todos y lo "suficientemente alta para que nadie tenga que agachar mucho la cabeza".

Les ha deseado a todos los diputados "suerte y acierto", y no ha podido evitar las lágrimas cuando se ha referido a dos síndics: el de Compromís, Fran Ferri, del que ha dicho que jamás pensó que podría tener "tantísima afinidad en lo personal, que no en lo político", con alguien de Compromís, y el del PSPV-PSOE, Manolo Mata, al que ha dado "mil gracias".

Sus últimas palabras en la tribuna han sido para pedir perdón por haber firmado la reprobación de la exalcaldesa de València Rita Barberá, sobre lo que ha dicho que espera que sirva de ejemplo a todos de que "la política no puede ser destrucción". "Con total honestidad, y sin herir ninguna sensibilidad, pido perdón, lo siento y me equivoqué", ha finalizado.

Tras bajarse de la tribuna, tanto Mata como Ferri han cruzado el hemiciclo para abrazar a Bonig, y cuando estaba en su escaño se le ha acercado el portavoz adjunto de Vox, José María Llanos, a quien antes había agradecido que acudiera al entierro de su padre.

Después de un largo aplauso de todas las bancadas, el presidente de las Cortes, Enric Morera, ha asegurado que las personas están "por encima de la confrontación" y ha dado por finalizado un pleno durante el que también se ha acercado al escaño de Bonig para despedirse de ella la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra.

Asimismo, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, ha agradecido en una intervención previa en el pleno a Bonig estos años compartidos, desde el respeto y desde un pensamiento político diferente, así como su contribución.

 

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