La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha escogido la Comunidad Valenciana como escenario para presentar su candidatura a liderar Podemos. Lo hará el próximo sábado, durante un acto en València en el que está prevista la participación de los principales cargos de la formación morada. Belarra está llamada a convertirse en sucesora de Pablo Iglesias como secretaría general del partido. Con ese objetivo, ha apostado por realizar su puesta de largo en la carrera por el liderazgo en una plaza, la valenciana, que se ha convertido en un polo de atracción para la izquierda. Todo gracias al tirón del Botànic, que se erige como el Ejecutivo al frente del principal bastión de poder gobernado por una coalición de fuerzas progresistas en el marco de la escena regional.
Los principales líderes del Gobierno autonómico (PSPV, Compromís y Unides Podem), hace tiempo que intentan resolver sus diferencias en los despachos y lo cierto es que parecen haber llegado más fortalecidos al ecuador de la legislatura. El alto el fuego sellado hace meses, tras los encontronazos relacionados con las medidas para atajar la pandemia, dieron paso a una clara voluntad de pactos que ha contribuido a proyectar estabilidad. También, confianza en una región que en los últimos meses registra los mejores datos de evolución de contagios de coronavirus tras aplicar recetas diametralmente opuestas a las de la derecha que coge fuerza en Madrid, con Ayuso como referente. En ese contexto, y teniendo en cuenta que Ximo Puig se posiciona como el principal barón socialista del país, no es de extrañar que también Pedro Sánchez tenga desde hace tiempo el ojo puesto en la Comunidad. De hecho, el PSOE ha organizado su 40 Congreso Federal en València entre el 15 y el 17 de octubre. La elección del lugar del cónclave no es en absoluto casual y desde el PSPV se interpreta como un espaldarazo a la gestión de los socialistas, al fin y al cabo el socio mayoritario de los botánicos.
La decisión ahora de la cúpula de Podemos de apuntalar a Belarra como líder desde este territorio estratégico tiene mucho que ver con el visto bueno a las políticas que se están impulsando desde la Comunidad. Los morados apoyan la fórmula de gobierno y el resultado de las políticas botánicas y eso es algo que se ha evidenciado con visitas de los principales apellidos de la formación de un tiempo a esta parte. El lunes era la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien acudía y destacaba que tanto la Generalitat como la ciudadanía de la Comunidad son «un ejemplo» en la gestión de la emergencia sanitaria provocada por la pandemia, así como también «en la emergencia económica y social que ha provocado, con el reto de que nadie quede atrás».
Montero se interesó especialmente por las políticas en materia de vivienda del Consell, exactamente el mismo asunto que Belarra cuando se desplazó, también a València, a finales de abril. Se reunió entonces con el conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, para tratar asuntos relacionados con la ley estatal del derecho a la vivienda y, en especial, de «la vía valenciana como alternativa real para garantizar el derecho a la vivienda», manifestó el vicepresidente segundo.
Desde la filial valenciana de Podemos valoran la apuesta de Belarra por presentar su candidatura en territorio valenciano como un espaldarazo al papel de la formación en el marco del Gobierno autonómico. Destacan además que desde Madrid ven fortaleza en la situación de las siglas moradas en la Comunidad y creen que supone igualmente un reconocimiento al papel de Pilar Lima. Todo ello después de los ajustados resultados electorales que Podemos cosechó en Madrid el 4-M, una situación que desembocó en la inesperada renuncia de Pablo Iglesias a seguir en política y que ayudó a que la Comunidad Valenciana saliera reforzada como faro de las políticas de izquierda.
