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Puig aprieta a sus socios con la empresa pública sanitaria: «Hay que tomar decisiones»

El presidente defiende la «eficiencia» de la mercantil ideada para asumir reversiones y la consellera Barceló denuncia que Ribera Salud «obstaculiza» el proceso en Torrevieja

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, y el presidente, Ximo Puig, ayer, en el Palau. BIEL ALIÑO / EFE

Abierto a negociar, ahora que sus socios han obstaculizado su hoja de ruta, pero elevando la presión sobre Compromís y Unides Podem. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, cimentó ayer su línea de defensa en torno a la creación de una empresa pública de salud, proyectada para asumir la gestión de servicios externalizados. Lo hizo apelando a la necesidad de operar con la máxima eficiencia y poniendo el foco en el debate que la formación que lidera, el PSPV, viene intensificando en defensa de ese modelo, el de la sociedad mercantil, hasta ahora inexplorado en el ámbito sanitario. El jefe del Consell se refirió a los procesos de acceso a la Función Pública, basados en el mérito y la capacidad, y evidenció su oposición a acercar a la condición de empleados públicos a las plantillas que trabajan para las concesiones sanitarias y que, por tanto, no han pasado por un proceso de oposición. Ni más ni menos que el caso del departamento de salud de Torrevieja, que el 15 de octubre pasará a la gestión directa.

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«Se puede plantear un debate con toda tranquilidad, pero después hay que tomar decisiones». Ese fue uno de los mensajes que Puig envió ayer a las formaciones que integran el Botànic. El titular del Gobierno valenciano alegó que, si se quiere tener una sanidad de gran calidad, «tenemos que poner los instrumentos adecuados», y se refirió al «planteamiento de mejora de la eficiencia» que gira en torno a la sociedad pública que promueve la Conselleria de Sanidad. El presidente relacionó esa necesidad de ser eficientes con los contratos caducados de los servicios de farmacia en los centros sociosanitarios y en la gestión de las resonancias. Precisamente, desde el departamento que dirige Ana Barceló, se recalca que asumir la prestación de esas dos áreas sería el principal objeto de esa empresa pública, pero el proyecto de decreto rubricado por la consellera abre la puerta a que esa firma asuma también la gestión de Torrevieja. Ese es el principal motivo por el que los de Mónica Oltra no apoyan la creación de esa empresa, mientras que los de Pilar Lima insisten en que cualquier reversión debe pasar a manos de la conselleria, sin empresas.

La oposición de los dos socios del Botànic forzó ayer al PSPV, y en concreto a la subsecretaria de Sanidad, Mónica Almiñana, a retirar la propuesta de creación de la empresa durante el «consellet» celebrado este jueves, que es la reunión previa al pleno de Consell de los viernes. Aunque las discrepancias con relación a este asunto son evidentes, los socialistas confían en que la negociación permita finalmente dar luz verde a la operación, aunque se introduzcan modificaciones.

El PSPV retira del pleno de hoy la creación de la nueva sociedad por falta de apoyos entre los socios del Botànic y negociará

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Mientras tanto, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, acusó ayer a la empresa concesionaria del departamento de salud de Torrevieja, Ribera Salud, de «obstaculizar constantemente» el proceso de reversión para incorporar a la gestión pública este área sanitaria. Aseguró que la mercantil está paralizando el proceso preestablecido para ejecutar el traspaso, dado que «no facilita la información necesaria para continuar trabajando con los trabajadores en la vía de esa reversión», afirmó.

«La concesión está obstaculizando constantemente y no está facilitando la información pese a que el Tribunal Superior de Justicia lo ha dejado bien claro en un auto donde le recuerda que tiene que cumplir las normas de reversión», recalcó la consellera.

El personal afectado por la nueva mercantil, en pie de guerra

Empleados del Hospital de Torrevieja exigen a Sanidad que aclare sus condiciones laborales

Los sindicatos que representan a la sanidad valenciana protestaron ayer ante la Conselleria para que la Generalitat dé marcha atrás a la creación de la empresa pública de salud para asumir los servicios externalizados, advirtiendo que es un «riesgo inasumible» para el propio sistema en la Comunidad. Por contra, las organizaciones sindicales abogan por una «integración real» de los servicios externalizados en la Conselleria mediante una fórmula que dé todas las garantías jurídicas posibles y respete los derechos tanto de los profesionales objeto de la reversión como de los estatutarios. Todo ello para asegurar la continuidad de la gestión directa y avanzar en la homogeneización de los servicios de salud.

En la protesta de ayer participaron miembros del comité de empresa del Hospital de Torrevieja, con una pancarta en la que se podía leer: «Consellera, ¿cuándo nos van a informar del futuro laboral a los más de 1.400 trabajadores?». Esa es una de las principales quejas del colectivo, que alega que Sanidad no les mantiene al tanto de lo que ocurrirá tras la reversión, el 15 de octubre. Sin embargo, Barceló negó ayer ese extremo, asegurando que se han mantenido «reuniones constantes» tanto con la junta de personal como con el comité, en València y en Torrevieja. «Estamos escuchándoles, pero tiene que haber un diálogo recíproco, no solo una escucha por parte de la Conselleria de Sanidad. También deben escuchar cuál es el proceso que se ha de llevar a cabo», subrayó al respecto Ana Barceló.

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