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Arrimadas cierra filas con la nueva dirección y pasa página a la salida de Toni Cantó

La líder de Cs participa en la primera reunión del comité en un intento de reflotar un partido casi hundido

Arrimadas, ayer en València, entre María Muñoz y Ruth Merino. | BIEL ALIÑO / EFE

La renovada dirección de Ciudadanos después de la espantada de Toni Cantó empieza su andadura. El partido ha tardado casi tres meses en digerir la marcha de su exlíder al PP y acaba de completar la renovación interna. El nuevo comité autonómico debuta con el aval físico de la presidenta del partido, Inés Arrimadas, que ayer participó en València en la primera reunión de la nueva dirección después de los sucesos que se precipitaron tras el fiasco de la moción de censura de Murcia y el portazo de Cantó.

Arrimadas ha elegido a una coordinadora autonómica de su total confianza, la valenciana y portavoz de Economía en el Congreso, María Muñoz, con la que comparte despachos en la Carrera de San Jerónimo. Pero fuentes de la formación centrista creen que va a ser muy complicado que Muñoz pueda dirigir el partido desde Madrid o desplazándose los fines de semanas a València.

Dirigentes admiten que el partido está en descomposición y la mayoría trata de buscar acomodo, por lo que va a ser prácticamente imposible reflotar el barco naranja de cara a las próximas elecciones, aunque otros apuntan a la necesidad de intentarlo porque la política cambia continuamente.

Arrimadas defendió ayer que Ciudadanos está preparado para realizar una oposición «firme y responsable» en la Comunidad Valenciana y remarcó que el objetivo de la nueva etapa es velar por el interés general de los valencianos y «sacar los colores» a la Generalitat. Ayer mismo, el partido convocó a simpatizantes ante la Delegación del Gobierno para protestar contra los indultos a los dirigentes catalanes del procés.

Arrimadas también avaló la política de su partido en Alicante o la Diputación junto al PP y situó el foco de la oposición en materias como la educación o la lengua. Preguntada por los acercamientos al Botànic, cuyo presupuesto Cs estuvo cerca de apoyar a finales del año pasado aunque finalmente se abstuvo, Arrimadas aseguró que no hay ningún pacto con la izquierda valenciana, ni lo habrá, aunque reivindicó la intención de su partido de ser útil.

La presidenta de Cs destacó que la dirección autonómica es un equipo renovado y confió en abrir a partir de ahora una nueva etapa con más fuerza. «Seguimos siendo el único partido liberal, útil y valiente en la Comunidad Valenciana», aseguró convencida de que pueden ser «la alternativa al Botànic, un gobierno con un proyecto agotado donde triunfa el populismo sobre el sentido común».

Sobre los indultos del procés aseguró que la magnanimidad y comprensión que ha pedido Sánchez hay que tenerla «con los que sufrieron el golpe de Estado».

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