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Un testigo admite los amaños de Tauroni con la Conselleria de Solidaridad que dirigía Blasco

Ninguno de los testigos escuchó que el trato de favor se debiera a la intermediación del exconseller o a la afinidad con su empresario de cabecera

Los cuatro acusados de la última pieza separada del caso Blasco que se juzga en València. | GERMÁN CABALLERO

Un ingeniero de telecomunicaciones que trabajaba como comercial para las empresas de Augusto Tauroni confirmó el viernes el presunto amaño de los contratos de informática de la Conselleria de Solidaridad que dirigía Rafael Blasco con las mercantiles de su empresario fetiche, Augusto Tauroni.

El tercer y último juicio del caso Blasco entró el viernes en materia con las declaraciones como testigos de tres antiguos trabajadores de las empresas de Tauroni y de un representante de la empresa Indra, adjudicataria de uno de los contratos bajo sospecha.

Los magistrados deberán dilucidar si los servicios informáticos de la Conselleria de Inmigración y Ciudadanía -después Solidaridad y Ciudadanía- podrían estar amañados durante casi todos los ejercicios que Blasco estuvo al frente de esta cartera: 2008, 2009, 2010 y 2011 (fue nombrado en junio de 2007). Todos los contratos bajo sospecha fueron adjudicados a multinacionales como Fujitsu España Service, Indra, Comteldat e Ibermática. Empresas que, a su vez, subcontrataban con las mercantiles de Tauroni o testaferros como Dinamiz-e y S&C Visión y Análisis.

Una operativa que confirmó ayer el tercer testigo que declaró. «Dinamiz-e estaba subcontratada por otras empresas, que habían conseguido las adjudicaciones», reconoció el testigo.

El testigo concretó, por ejemplo, que el expediente 1/11 para crear una web de las escuelas de acogida «se adjudicó a Fujitsu, pero la gestión de las web las hizo Dinamiz-e. No me consta que hubiera nadie de Fujitsu trabajando en el proyecto, aunque tal vez se encargarían de la parte administrativa».

Conocían los adjudicatarios antes

También admitió que era «Tauroni quien me trasladaba las empresas que debían presentarse a los concursos, bajo la supervisión del informático de la conselleria» y que conocían los adjudicatarios meses antes. «¿Es usted consciente de que esto estaba amañado?», le interrogó el abogado de la Cvongd. «Había confianza», respondió el testigo.

El último compareciente de la jornada, director de proyectos de la empresa Indra hasta 2010, también confirmó que la mercantil subcontrató a Dinamiz-e para que elaborara el portal del inmigrante, adjudicado por 642.273,80 euros de los que 439.000 se subcontrataron con Dinamiz-e.

Una contratación inusual, según el testigo. «Como normal no se puede catalogar, porque la subcontratación no era lo habitual», admitió a preguntas del fiscal y del abogado de la coordinadora valenciana de ONGD. Aunque el fleco que no pudieron amarrar en ningún interrogatorio fue que estas subcontrataciones se hicieran por la amistad entre Tauroni y Blasco. Ningún testigo reconoció este extremo, ni oyó nunca nada al respecto.

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