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El Consell baraja recurrir el nuevo plan de cuenca del Tajo al reducir el agua que se trasvasa al Segura

Ximo Puig exige una mesa permanente de diálogo entre el Ministerio, la Generalitat y los regantes

Ximo Puig, durante una comparecencia reciente

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha abierto la puerta a la presentación de alegaciones en contra del nuevo plan de cuenca del Tajo, que supondrá otro recorte de 80hm3 al trasvase al Segura. El jefe del Consell ha indicado que se va a estudiar el borrador del plan hidrológico presentado por la ministra Teresa Ribera una vez que se analice el documento que contiene la propuesta, en fase ahora de exposición pública. Puig ha expresado, no obstante, que desde su gobierno "valoran positivamente" el paso que ha dado el Ministerio de fijar en 7 m3 por segundo el paso del Tajo por Aranjuez frente a los 8,5 planteados inicialmente; aunque ese es un volumen que, en realidad, se prevé alcanzar progresivamente hasta 2026.

El líder autonómico ha tildado de "positivo" el hecho de que desde el Ministerio para la Transición Ecológica se vaya a impulsar un plan de inversiones de 500 millones de euros para modernizar las infraestructuras hídricas en la provincia e impulsar la desalinización. Se trata de un proyecto que, de facto, tendría que estar ejecutado antes del 2026 con tal de que el sur de la Comunidad, especialmente la Vega Baja, tenga garantizados los recursos hídricos una vez que se ejecute ese nuevo recorte del trasvase.

"Mantenemos la máxima firmeza en la defensa de los intereses de los regantes. Hasta que no estén resueltos otros recursos y no esté garantizada el agua para siempre, el Tajo-Segura es imprescindible en las actuales condiciones", ha subrayado Puig en relación al posicionamiento del Consell al respecto de todo este asunto. El presidente ha recalcado que si en 2026 no están acabadas las infraestructuras prometidas, "no se podrá llevar a cabo una reserva mayor" de agua del Tajo. Por ello, ha reclamado que las inversiones se ejecuten lo más rápido posible y que haya compensaciones al agua desalinizada. "Necesitamos agua para siempre, que se garantice que la Vega Baja tenga garantías absolutas de agua", ha enfatizado.

En todo caso, el jefe del Gobierno valenciano ha asegurado que desde la Generalitat se seguirá intentando que el Ministerio acepte rebajar ese caudal que se ha fijado para el Tajo, aunque ha puesto de manifiesto que el Consell es consciente de que hay un cambio climático y no es ajeno a esa realidad. Aún así, ha dicho que lo que deben garantizar las administraciones públicas es que la Vega Baja "tenga agua para siempre, y para eso hay que hacer las inversiones" para facilitar los recursos en el sur de Alicante e, igualmente, "mejorar la reutilización y depuración de aguas desde Madrid para mejorar también el Tajo".

Con este nuevo escenario, Puig ha exigido la puesta en marcha de una mesa de diálogo permanente entre el Ministerio, la Generalitat y los regantes con tal de acercar posiciones porque, al final, ha destacado, "se trata de garantizar agua para siempre y que el progreso de la Vega y de otras comarcas de Alicante no esté puesto en cuestión por falta de agua".

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