El alcalde de La Nucía, Bernabé Cano, declaró este miércoles ante la jueza que le investiga por colarse en la vacunación contra el covid que fue inmunizado para aprovechar dosis que sobraban. Una eventualidad de la que se debió tener conocimiento nada más comenzar la jornada porque al político del PP le fueron administrados los anticuerpos entre las 10 y las 11 horas del día de Reyes. A las 12 tenía que estar en el partido de Copa del Rey que enfrentaba al equipo local contra el Elche, como así hizo.
El que no se intentara localizar para inocularles esas dosis sobrantes a otras personas del grupo que estaba siendo inmunizado en esos momentos, los mayores residentes en geriátricos, se atribuyó por parte del investigado a que el centro de salud estaba cerrado porque era festivo.
La vacunación tuvo lugar en la residencia de mayores Savia, sita en la localidad, cuya directora ha respaldado en sede judicial la versión del máximo responsable del Ayuntamiento de La Nucía, con el que tiene suscrito un concierto.
En una declaración de más de un hora, el también diputado provincial aseguró que Sanidad conoció y consintió que se le vacunara. Afirmación que desmienten los técnicos de la conselleria que han declarado hasta ahora. Entre ellos, la responsable de Salud Pública que estaba en el geriátrico, la primera en declarar el martes y quien testificó que se limitó a incluir a mano el nombre de Cano en la lista de los residentes inmunizados que traía de conselleria.
Aun así, todo apunta a que este va a ser uno de los caballos de batalla de la defensa del primer edil, quien declinó hacer declaraciones ni a antes ni después de su comparecencia ante la magistrada Consuelo María Martínez.
Su abogado, Agustín Ribera, adelantó que aportara a la causa 200 fotografías donde se observa a la responsable de Salud Pública, «la máxima autoridad de lo que allí estaba ocurriendo», mientras se está pinchando a Cano. Además de que «se hizo en una sala diáfana, sin ocultarse de nadie, donde todo el mundo que estaba allí podía verlo», precisó.
El letrado explicó que su cliente se desplazó hasta la residencia aquella mañana de Reyes «porque era un acontecimiento que comenzara allí la vacunación». Y que entró en el inmueble, donde en aquellos momentos estaba restringido el acceso para proteger de contagios a los mayores, con otros responsables de Sanidad.
Ribera agregó que, aunque al principio se habló de tres, eran cuatro las dosis que sobraban y que junto a Cano fueron vacunados un médico que estaba presente y dos guardias civiles (los que iban custodiando los viales, como se ha hecho en otros puntos de la Comunidad), quienes ya han sido citado a declarar al igual que dos enfermeras y tres inspectores de Sanidad.
Entre los argumentos con los que intentó justificar su vacunación, el investigado esgrimió también su condición de médico, aunque se encuentra dedicado en exclusiva a la actividad política. Su defensa explicó que aportara documentación que prueba que tiene consulta en el Estadio Olímpico de la localidad, que viajaba con el club del municipio, que había pasado el covid junto a algunos de los jugadores y que por todo ello era personal de riesgo.
En este marco, el letrado aludió a la resolución de un juzgado de lo Contencioso de Alicante, posterior a estos hechos, que obligaba a vacunar bajo los mismos criterios al personal sanitario ya fuera de la pública o de la privada. Lo que obvió fue que en el calendario establecido el primer grupo eran los mayores, residieran o no en geriátricos, seguidos de los grandes dependientes y de los sanitarios que estuvieran en primera línea en la lucha contra el covid, lo que no era el caso de Cano.
El letrado destacó que cuando «se le autorizó a ponerse la segunda dosis ya se había pasado el plazo para poder hacerlo» y dijo no saber si en estos momentos tiene la pauta completa.
La jueza abrió diligencias tras la denuncia que por un delito de cohecho impropio presentó contra el regidor la Fiscalía, quien sostiene que tanto Cano como los regidores socialistas del El Verger y Els Poblets, Ximo Coll y Carolina Vives, recibieron las vacunas cuando no le correspondía como un regalo por su condición de alcaldes.
La importancia de la hora de la inoculación
Que se les vacunó para aprovechar viales que sobraban lo ha esgrimido tanto el alcalde de La Nucía como los de El Verger y El Poblets, también denunciados, y hasta la exteniente de alcalde de Dénia que dimitió por estos hechos, aunque en su caso se archivaron las diligencias. Pero mientras a Cano se le vacunó a primera hora del día, los regidores socialistas aseguran que fueron llamados al centro de salud pasadas las 15 horas porque no se encontraba a nadie y en el caso de la expolítica de Dénia ocurrió al filo de las 20 horas.
