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La salida de Ábalos noquea a los sanchistas en Alicante y allana el camino a Puig en la carrera congresual

La remodelación del Ejecutivo da alas a los sectores afines al secretario general frente al grupo de Soler a la hora de renovar liderazgos - La provincia pierde a Duque, lo más parecido que tenía a un ministro alicantino, y las miradas se centran ahora en el posible relevo en la Subdelegación

Ximo Puig, Pedro Sánchez y José Luis Ábalos, en la inauguración del AVE de Elche, en febrero

«Pedro Sánchez acaba con el sanchismo», rezaba un mensaje que por la tarde iba camino de convertirse en viral. «El sanchismo es ahora Puig y sus sectores más afines», afirmaba otro. Euforia al margen -que la hubo, y mucha, en los círculos más cercanos al presidente de la Generalitat, Ximo Puig-, lo cierto es que la crisis de gobierno planteada por Pedro Sánchez este sábado abre un escenario totalmente distinto en estos momentos. Ya no sólo porque se interpreta como una victoria del secretario general del PSPV y jefe del Consell en el plano político, institucional y orgánico. Un triunfo que le deja las manos libres de cara a la carrera congresual que se inicia en otoño, y que, de paso, deja noqueados a los sanchistas en la provincia, tras la salida del ministro de Transportes y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. Algo que, a efectos prácticos, da alas a la hora de renovar liderazgos en la provincia a los sectores más afines a Puig frente al grupo encabezado por Alejandro Soler, que, hasta la fecha, no sólo se vendía como la cabeza del sanchismo en Alicante, también como la persona más cercana a Ábalos aquí. Se abre, pues, la puerta a que los grupos comandados por el exsenador Ángel Franco, los herederos del pajinismo en la provincia, y los más cercanos a la actual cúpula del PSPV que se mantienen en una posición equidistante respecto a las otras dos familias, puedan alcanzar algún tipo de acuerdo sin necesidad de hacer cesiones a Alejandro Soler, que, hoy por hoy, es el único que ha dejado clara públicamente su intención de presentarse al congreso provincial. Hasta el punto de que en las últimas semanas los sanchistas alicantinos han celebrado varios actos para reactivar a la militancia y sacar músculo. El último, hace sólo unos días, con una comida con cargos de varias las comarcas. Todo, eso sí, cuando desde el sector sanchista quitan hierro a la salida de Ábalos y sostienen que hay un trabajo previo de meses que podría respaldar esa candidatura, sin cambio alguno en el tablero, por más que haya saltado su ministro del Gobierno. De momento, el congreso federal del PSOE se celebrará en octubre en València, lo que también se vio en su día como un espaldarazo a Puig, por lo que hay quien ya cree que los sanchistas podrían perder peso en la ejecutiva federal, y podrían ser sustituidos por personas más cercanas al secretario general de los socialistas valencianos.

Las consecuencias, en cualquier caso, no acabarían en las citas congresuales. La mirada también se centra en lo que podría ocurrir con la Subdelegación del Gobierno y Araceli Poblador, sanchista declarada y una de las cabezas visibles del grupo más enfrentado con Ángel Franco en la ciudad de Alicante.

La tercera derivada tendría mucho que ver con algunas de las cuestiones espinosas relativas a la provincia que tiene pendientes de resolver la Secretaría General de Organización del PSOE y, por tanto, que, hasta ahora, eran competencia de José Luis Ábalos. Sin ir más lejos, las sanciones que el PSPV propuso, una vez cerrado el expediente informativo, para los ocho socialistas del sector sanchista que protagonizaron la revuelta contra el alcalde de San Vicente del Raspeig, Jesús Villar, y para los que se planteaban desde la expulsión del partido para los cabecillas hasta la suspensión de la afiliación y la inhabilitación de cargo público u orgánico para el resto de regidores.

Es verdad que las lecturas que se hacían este sábado se focalizaban sobre todo en la salida de José Luis Ábalos, por las consecuencias que puede tener orgánicamente. Ahora bien, los cambios ejecutados por Pedro Sánchez también suponen la marcha de lo más parecido a un ministro alicantino que tenía la provincia: Pedro Duque. El hasta ahora responsable de Ciencia e Innovación incluso llegó a ser el cabeza de lista para el Congreso en las últimas elecciones, aunque renunció a su escaño a principios del año pasado, dejando su puesto en manos del alcalde de Pinoso, Lázaro Azorín, otro sanchista reconocido. Aunque nacido en Madrid, Duque siempre ha estado vinculado a Xàbia, municipio del que es natural su esposa, la diplomática Consuelo Femenía. De hecho, aunque ha tenido una visibilidad bastante limitada en la provincia en los últimos meses, a lo que no ha ayudado la pandemia, en el PSPV siempre se valoró su fichaje, algo que, en un momento dado, podría abrirle puertas en el Ejecutivo valenciano.

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