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Puig aboga por una España vertebrada basada en el diálogo y en la descentralización

El jefe del Consell plantea cinco propuestas de cohesión para resolver los desafíos territoriales del país

Ximo Puig durante su intervención en los 'Desayunos informativos' de Europa Press.

 “España vertebrada”. Bajo este título, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha presentado este miércoles en Madrid su batería de propuestas para superar el problema estructural que persiste en estos momentos: “El encaje territorial y sus consecuencias, que son las enormes desigualdades de renta entre territorios”, tal y como ha señalado en un desayuno informativo organizado por Europa Press en Madrid. Una cita que contó con la asistencia de los ministros Diana Morant, Luis Planas, Miquel Iceta y José Manuel Escrivá; consellers como Ana Barceló, Vicent Soler, Carolina Pascual, Rafa Climent y Rosa Pérez, junto al vicepresidente Rubén Martínez Dalmau; y una amplia representación empresarial. Entre ellos, el presidente de la patronal CEV, Salvador Navarro; y el de la Cámara de Comercio de Alicante, Juan Riera; así como el CEO de Vectalia, Antonio Arias; el presidente de Baleària, Adolfo Utor; y Asunción Martínez, miembro del comité de dirección de Suez Spain.

Fue en este contexto en el que Puig afirmó que “España sigue invertebrada”. No en vano, había comenzado su intervención con una cita de Ortega y Gaset y su “España invertebrada”. A partir de ahí, enunció los cinco desafíos territoriales a los que nos enfrentamos en estos momentos, y planteó otras tantas propuestas de cohesión.

Cinco desafíos que, a juicio de el jefe del Consell, pasan por el independentismo, el centralismo ineficiente, la financiación injusta, la España invisible y la despoblación. Cinco retos para los que planteó cinco propuestas que, un siglo después, consigan, por fin, esa España vertebrada, y que, para el president se resumen en diálogo, audacia y pacto; cohesión frente al centralismo; igualdad frente a la infrafinanciación; una España policéntrica frente a la España invisible; y oportunidades frente a la España despoblada.

Ximo Puig durante su intervención en los 'Desayunos informativos' de Europa Press. INFORMACIÓN

Un discurso en el que habló del efecto aspiradora de Madrid, del “proceso invisible” y de dumping fiscal, pero en el que también censuró el procés catalán, por la “parálisis institucional y fractura social en Cataluña, por las vías unilaterales sin respeto a la legalidad y la inacción política del anterior Gobierno”, sentenció.

Evidentemente, se refirió al cambio del modelo de financiación, aunque defendió que las cosas han mejorado algo con el Gobierno actual, pero también propuso una armonización que impida la competencia fiscal, un mecanismo de compensación para frenar el efecto capitalidad que ejerce Madrid, que la fiesta nacional sea itinerante o una reforma del Senado. Por lo que respecta a la infraestructuras defendió la necesidad de “redibujar los mapas de infraestructuras y ligarlos a criterios de población, economía y eficiencia”, y aludió expresamente al Corredor Mediterráneo.

En paralelo, apostó por institucionalizar la Conferencia de Presidencias Autonómicas, con al menos una reunión semestral, y reglamentar las conferencias sectoriales.

Incluso propuso ejemplos de instituciones a descentralizar, como Puertos de España en València, Turespaña en Palma, el Centro Nacional de Danza en Sevilla o el Instituto Español de Oceanografía en Vigo, y también el agua y el trasvase encontraron su espacio. El jefe del Consell reivindicó "agua para siempre" para los agricultores valencianos, lo que ha considerado como una cuestión "irrenunciable".

“La Comunidad Valenciana quiere impulsar desde la España periférica una España mejor. La voz de la España polifónica, de esas voces diversas que conforman nuestra gran conversación común”, sentenció Puig.

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