El Tribunal de Cuentas ha lanzado una advertencia al Consell relacionada con el uso de la caja fija, un sistema especial que permite disponer de fondos al margen del presupuesto para anticipar pequeños pagos urgentes o periódicos al margen de los controles normales en el gasto. En su último Informe Global del Sector Público Autonómico, aprobado hace escasos días, el órgano fiscalizador estatal analiza la gestión de la tesorería de las comunidades durante el ejercicio de 2018 y, en el apartado dedicado a la administración valenciana, recuerda expresamente que los pagos autorizados recurriendo a este mecanismo deberían tener un carácter extraordinario y limitarse a los requerimientos establecidos en la normativa reguladora, para evitar eludir los controles de gasto, la fiscalización previa de la intervención y la segregación de funciones (desde la aprobación del gasto hasta su pago y la rendición de cuentas por el mismo órgano administrativo) contempladas en la legislación estatal.
En el ejercicio analizado, el Consell pagó 48 millones a través de la caja fija, de los cuales 29 millones correspondían a la Conselleria de Sanidad.
El Tribunal de Cuentas pone sobre todo el punto de mira en los pagos desplegados por algunos de centros de gasto de la Conselleria de Sanidad, que se acogen a este sistema especial de forma ordinaria debido a la insuficiencia presupuestaria del departamento para atender las necesidades habituales, dada la situación de infrafinanciación que sufre la C. Valenciana, quinta por la cola en gasto sanitario en el periodo examinado. El organismo insta a evitar la caja fija (que suele usarse para financiar operaciones como como la compra de material de mantenimiento o las dietas y desplazamientos de altos cargos y funcionarios) en la medida de lo posible para garantizar la correcta fiscalización de los fondos. La valenciana es la única comunidad a la que el Tribunal de Cuentas reprocha que acuda demasiado a este cajón de sastre, si bien el informe reconoce las dificultades económicas de la Generalitat y su elevado endeudamiento.
Un menor uso en 2020
En cualquier caso, el Botànic ha ido reduciendo paulatina y significativamente los gastos de la caja fija en relación a la época de gestión del PP, a tiempo que ha reforzado el control y limitado su uso. En 2017, el Consell aprobó una nueva regulación que restringe y limita las cantidades que pueden disponerse, con el fin de «ordenar» y «poner coto» a los abusos de etapas anteriores. En 2018, según los datos del Portal de Transparencia de la Generalitat, la administración autonómica gastó 48,2 millones de euros por caja fija, de los cuales 29,2 millones correspondían a desembolsos de índole sanitaria.
El Tribunal de Cuentas ve relevantes las pérdidas de 230 millones registradas en empresas públicas valencianas.
En 2014, el último año del PP en el gobierno, solo la Conselleria Sanidad pagó 46 millones a través del citado mecanismo, sobre un total de 74,6 millones abonados recurriendo al mismo. En 2019, la cuantía global desembolsada por el conjunto de consellerias mediante la caja fija se redujo a 44 millones de euros, mientras que en 2020 los anticipos por este sistema volvieron a descender a 34,17 millones (24 dedicados a sanidad), a pesar de la pandemia.
Por otra parte, el informe del Tribunal de Cuentas detecta a personas autorizadas para la disposición de fondos de la Generalitat que no deberían estarlo. El organismo también echa en falta más información en la memoria del ejercicio de 2018 para una adecuada comprensión de las cuentas autonómicas, a tiempo que subraya el bajo grado de ejecución del presupuesto de las universidades públicas valencianas, por debajo del 80%. La entidad ve «relevantes» las pérdidas de 230 millones registradas en 26 empresas públicas del Consell y señala incumplimientos en materia de contratación.
