"Rotundamente no". Ha sido la respuesta de la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra (Compromís), a la pregunta realizada en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell sobre si dificultó una investigación sobre la gestión de los centros de menores. La también consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas se ha mostrado muy molesta, y en un tono de enfado, tras la dura resolución que publicó este jueves el Síndic de Greuges en la que denuncia la intromisión muy grave del área que dirige Oltra, obstaculizando, a la sazón, una investigación. La Sindicatura abrió de oficio, en enero, una queja para supervisar el funcionamiento de los centros de protección específicos de menores con problemas de conducta. Así se desprende de la resolución firmada por el Síndic de Greuges, Ángel Luna. Oltra ha evitado hablar de persecución del Síndic, pero sí ha enfatizado que desde 2016 su área ha recibido un total de 58 quejas de la Sindicatura, "un porcentaje bastante por encima, prácticamente el doble que las quejas de ciudadanos", se ha quejado. Y ha añadido que no iba a entrar en juicios de valor sobre si considera que hay animadversión del Síndic hacia su gestión.

La vicepresidenta del Consell, además, ha denunciado el momento en el que el Síndic solicitó la documentación a una seria de residencias y hogares de infancia, a siete concretamente, que fue a finales de enero de 2021, "en plena peor ola de la pandemia de covid, cuando todas las redes residenciales de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas estaban luchando contra el virus como gato panza arriba", ha criticado. No obstante, asegura que se envío toda la documentación requerida, a pesar de la dificultad de hacerlo cuando todos los recursos de su área estaban volcados, ha dicho, en la peor oleada de covid en la Comunidad Valenciana "con uno de cada cuatro muertos en residencias que era de la Comunidad". La petición realizada por Ángel Luna, ha dicho, necesitaba que cada hogar y residencia infantil destinara personal para desglosar por cada chico y chica datos como su historial, fecha de ingreso, datos médicos, medidas de seguridad o la medicación. Unos centros, ha dicho, gestionados por entidades privadas de iniciativa social, sin ánimo de lucro, que no están acostumbrados, como la administración pública, a ver ese tipo de peticiones por lo que les generó muchas dudas que decidió resolver la dirección General de Infancia y Adolescencia.  Así, la conselleria, ha asegurado, intentó facilitar el trabajo a la Sindicatura, recopilando la información aportada por cada uno de los centros para homogeneizar las respuestas. Igualdad envió un cuadro sistematizado a cada centro con los datos que solicitaba el Síndic y, una vez los tenía todos, los remitió pero "con homogeneidad de los datos, que no hubiera disfuncionalidad entre unos cuestionarios y otros y con la firma electrónica de la directora general". La Conselleria centralizó las respuestas de todos los centros para “homogeneizarlas” con un cuadro que elaboró y que después fue lo que envió al Síndic.

La vicepresidenta del Consell ha cargado contra la Sindicatura, acusándola de hacer resoluciones sin ser taxativas ni rigurosas. "Se ha puesto de moda redactar resoluciones con frases como: 'de estos hechos parece desprenderse que alguien con autoridad suficiente dio instrucciones..'; eso es como lo de ¿alguien ha matado a alguien? Desde el punto de vista de resolución administrativa es demasiado poco taxativo, que es una de las cosas que se predican de una resolución", ha criticado. Y ha repetido en varias ocasiones que en las 58 quejas interpuestas por el Síndic a su conselleria "se han contestado todas con toda diligencia, y en este caso se le ha hecho para facilitarle el trabajo y para no tener allí casos de información dispersa y no homogénea que le dificultara la queja". A preguntas de los periodistas sobre si le preocupa que, como ha afirmado, se hagan informes desde la Sindicatura poco taxativos ha respondido que "no me preocupo, me ocupo".

Sus ataques al Síndic han continuado al referirse a que hubiera hecho lo que hubiera hecha la Conselleria de Igualdad "me da la impresión de que la conclusión siempre es la misma, me temo que como algún centro no dé la respuesta satisfactoria de lo que se busca, volvería a decir lo mismo (el Síndic)". Ha descrito algunas de las frases de la resolución que menos le han gustado como "el parece ser, resulta sospechoso, quien me iba a decir", de las que ha dicho " que son como la tinta del calamar, lanzan insidias y sospechas sin tener un solo hecho que corrobore eso". Por eso ha pedido al Síndic que "diga quién y qué instrucciones", en referencia a que en la resolución se señala que "de estos hechos parece desprenderse que alguien con autoridad suficiente dio instrucciones...". "Si eso no se tiene claro, no se pone en una resolución sea administrativa o judicial, porque eso es no decir nada, eso es alguien ha matado a alguien", ha criticado elevando el tono. "Si facilitamos el trabajo parecerá desprenderse y si no intervenimos y alguno envía la información también parecerá desprenderse. La cosa es desprenderse. Y luego llega el PP y dice a Puig que se desprenda de la vicepresidcenta; todo eso está en el mismo saco", ha denunciado. Y ha añadido que le ha enviado una carta personalmente al Síndic dando estas explicaciones.

Sobre la visita que va a realizar personal del Síndic a esos centros de menores en los que investiga su gestión, ha dicho que "está más que bienvenido" pero, con sorna, le ha pedido a la Sindicatura que avise antes "por si están de excursión ese día".

Por último, se ha referido, con ironía, a que le causó "sorpresa" que la oposición, sobre todo el PP, focalizara buena parte de su intervención en el debate de política general en pedir su dimisión a raíz de la condena a su exmarido por abusar de una menor tutelada. "Si es lo único que tienen que decir desde la derecha, hace una idea de la falta de proyecto de la oposición en la Comunidad Valenciana" y ha criticado su discurso "paupérrimo", y ha añadido que en el del presidente Ximo Puig estaba "bien claro" el aval y el reconocimiento que se está haciendo la construcción del modelo social valenciano que gestiona.