Pablo Casado ha protagonizado este domingo en la plaza de toros de València el mitin más espectacular de su historia como presidente del PP. Los tres años y dos meses que lleva como líder de los conservadores ha cargado con el lastre de la corrupción, ha mordido el polvo al hundir a su partido hasta los 66 escaños y ha sufrido crisis internas graves como la última vivida con Isabel Díaz Ayuso por el control del partido en Madrid. Los acontecimientos externos no le han acompañado a un dirigente que cogió a la formación con poca batería tras la moción de censura. Este domingo, sin embargo, los populares se han atrevido a volver a un escenario icónico para ellos, el que se relaciona con las mayorías absolutas de José María Aznar y Mariano Rajoy. El PP lo ha escogido para cerrar la convención nacional y ha congregado a más de 12.000 personas, entre las que han entrado al coso y las que se han tenido que quedar fuera por cuestiones de aforo.

Casado estaba necesitado autoestima y lo ha logrado. Ha entrado en la plaza como siempre hacen los líderes en este tipo de actos, como si fueran estrellas de rock. Ha dado la vuelta al ruedo para saludar a todos antes entre gritos de "presidente, presidente" y "guapo".

Durante esta semana de convención itinerante ha escuchado que llegará a la Moncloa, que "volverá a sacar a España del pozo por tercera vez" y Ayuso le ha asegurado delante de todo el partido que su "meta" es Madrid, al menos hasta las próximas generales.

"Volvemos a esta plaza no solo para hablar de España, sino para hablarle a España (...) Han pasado muchas cosas desde las primarias en la que me elegisteis presidente del PP. En ese momento éramos la tercera fuerza de España según las encuestas y hoy somos la primera, aunque para ello hemos tenido que recorrer una travesía del desierto: primero uniendo el partido, luego consolidando nuestro poder territorial y después recuperando el liderazgo del espacio electoral del centro derecha", ha asegurado. Casado, en referencia a Ciudadanos y Vox, ha dicho que llegaron para "sustituirles" y "se han ido quedando por el camino". "El PP es mucho PP y hemos hecho lo correcto: primero ofreciendo unidad y cuando la rechazaron, haciéndola por la base", ha continuado.

El dirigente de los populares ha pedido a los suyos que estén "unidos", que no salgan "a empatar" ni "a heredar" viviendo del pasado. "Aquí estamos otra vez con la cabeza alta, las manos blancas, los bolsillos limpios y el corazón enamorado de España", ha dicho en su despedida. El acto se ha cerrado con todos en pie escuchando los himnos de España y de la Comunitat Valenciana.

El sol y los 30 grados a punto han estado de aguar el acto, que ha empezado a las doce del mediodía. En la última parte del discurso de Casado, las gradas de detrás del escenario se han empezado a vaciar por centenares de personas que ya no aguantaban el calor.